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domingo, 10 de mayo de 2015




    LA EDAD DE ORO DEL CINE ESPAÑOL



           Un gran número de críticos e historiadores de cine afirman que es el cine del periodo republicano fue la edad de oro del cine español. La República fue un momento admirable de la historia de España, especialmente comparado con la Dictadura implantada tras una cruel guerra civil y una brutal represión. Sin embargo tos valores replicarnos no nos deben impedir el comparar algunos datos de distintos periodos de la producción cinematográfica española. para establecer el mejor.



      La "Antología Critica del Cine español, 1906-1995", publicada con motivo del Centenario del cine español, escrita por un grupo de historiadores bajo la dirección de Julio Pérez Perucha, destaca 14 películas ente 1931 y 1939, destacando en cambio 52 películas ente 1951 y 1959. Las películas del periodo republicano que mecen la atención de los historiadores son: Las Hurdes (Terre  sans pain, 1932) producida y dirigida por Luis Buñuel, con colaboración francesa, prohibida por la República; La Dolorosa (1934) de Jean Gremillon; Vidas rotas (1935) de Eusebio Fernández Ardavín; La verbena de la Paloma (1935) de Benito Perojo; El gato montés (1935) de Rosario Pi;  El bailarín y el trabajador ((1936) de Luis Marquina; María de la O (1956) de Francisco Elías; Aurora de esperanza (1937) de Antonio Sau; Nuestro culpable (1938) de Fernando Mignoni; Carmen la de Triana (1938), rodada en la Alemania nazi; España heroica ( 1938) de Joaquín Reig Gozálbez, rodada también en la Alemania nazi; Romancero marroquí  (1938), atribuida a Carlos Velo y producida por la Comisaría de España en Marruecos; Sierra de Teruel  (L´Espoir, 1939), dirigida por André  Malraux y coproducida con Francia y Los hijos de la noche  (1939) de Benito Perojo y Aldo Vergano, rodada en la Roma fascista.


Imperio Argentina
             A estos títulos se pueden unir dos películas de aire popular y gran éxito de público, dirigidas por Florián Rey:  Nobleza baturra (1935) y Morena Clara  (1936), emblemáticos ejemplos de lo que sería la comedia musical, interpretadas ambas por Imperio Argentina.  Morena Clara, se exhibió en los dos bandos, pero en el 37 dejó de hacerlo en el republicano al apoyar Florián Rey, de ideas conservadoras, a los franquistas. El año 1931 empezaron a llegar películas extranjeras dobladas al español, al nacer  el cine sonoro y desarrollarse  la competencia del cine extranjero, facilitada  por el doblaje, que provocó una crisis en el cine español.


     
           Cineastas españoles, cuando se inició del doblaje, estuvieron ajemos a sus peligros. Los estudios de cine norteamericanos se lanzaron a la operación versiones extranjeras, rodando muchas de sus películas nuevamente en idioma español, francés y alemán, con actores de estas nacionalidades. Así Charlie Chan carries on (1930) de una serie de misterio, se convirtió en Eran trece (1931) y el protagonista, el chino Charlie Chan, lo interpretó Manuel Arbó. En estas películas nuevas se provechaban los decorados, atrezzo e imágenes de ambiente de la película original. . Las versiones más numerosas fueron las españolas en las que participaron escritores, directores y actores españoles e hispanoamericanos. Edgar Neville, que realizaba una misión diplomática y cultural en EEUU, consiguió introducir a gran parte de sus amigos para realizar estas versiones, copia de la película original. Los que tuvieron mayor éxito fueron José Martínez Sierra, José Lopez Rubio y Enrique Jardiel Poncela.. aprovechándose algunas de sus ideas originales. Entre los intérpretes Catalina Bárcna y Rosita Díaz Gimeno.  El guión original de Jardiel Poncela, Angelina o el honor de un brigadier, se convirtió en película, en 1935, dirigida por Louis King y Miguel Zárraga. A esas versiones españolas de películas norteamericanas, se unían aquellas que se doblaban, o sea que no se sustituía la imagen, haciendo hablar a los actores en español y  que se doblaban en los Estudios Joinville (París).  Se ha utilizado el idioma español para hacer la competencia a nuestro cine.



       Entre  los 52 títulos destacados en los años 1951 a 1959 encontramos películas tan significativas, como Cielo negro (1951) de Mur Oti; Surcos (1951) y Los peces rojos (1955) de Nieves Conde; Esa pareja feliz (1951) de Bardem y Berlaga; Los ojos dejan huella (1952) e Historias de la radio (1955) de Sáenz de Heredia; Segundo López, aventurero urbano (1952-53) de Ana Mariscal ; Bienvenido Mr. Marsall (1952) de Berlanga; Hay un camino a la derecha (1953) de Rovira Beleta; Carne de horca  (1953), Marcelino, pan y vino  (1954-55) y El cebo de Ladislao Vajda; Sierra maldita (1954) de Antonio del Amo;  Muertte de un ciclista  (1955) y Calle Mayor (1956) de Bardem: Cuerda de presos (1955) de Lazaga; Mañana (1957) de José María Nunes; Amanecer en Puerta Oscura (1957) de Forqué; El último cuplé (1957) de Orduña; El pisito (1959) de Ferreri y La vida por delante (1958) de Fernán Gómez. Los creadores tenían que ingeniárselas para evitar y luchar contra   la censura.


   

 La década de los 60 es también excelente,  iniciándose con El cochecito (1960)  de Ferreri y Plácido (1961) de Berlanga. Y tiene lugar la explosión del nuevo cine español con sus modalidades, Escuela de Barcelona y cine independiente. La citada "Antología" destaca 65 películas de este periodo, Al impulso de un clima cinematográfico contribuyeron a la creación en 1947 del Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas, al que sucedió la Escuela de Cine en 1952, así como la colaboración con el cine de TVE que empezó sus emisiones en 1956. Hechos que propiciaron la incorporación de profesionales bien preparados y decididos a renovar el lenguaje y el contenido de las películas.


             El cine sonoro terminó con el auge del cine mudo español. Durante el periodo republicano la producción cinematográfica entró en crisis. En 1931 se produjeron 4 películas, 6 en 1932, 7 en 1933, 21 en 1934 y 24 en 1935. La aplicación de una política del Estado, solicitada desde 1928,  como las subvenciones, los créditos y las coproducciones,  hizo que en los 50 y 60 se fuera incrementando la producción: 41 películas en 1952, 67 en 1959 o 123 en 1964. La producción media se estabiliza en una cifra media superior a las cien películas anuales.


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                  Las décadas más creativas del cine español se sitúan en los años 50 y 60, sucediéndose directores renovadores y viviendo una magnífica etapa entre  los años 1995 y 2006, gracias entre otros factores a la generalización de la ayuda automática, a la inversión obligatoria de las televisiones en el cine y a las medidas fiscales. Lo que es bastante inconcebible es denominar años dorados del cine español a unos años que coinciden con una de sus más fuertes crisis en todos los aspectos.



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