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lunes, 18 de diciembre de 2017





     

   MEJOR POLÍTICA DE AYUDAS AL CINE



Decálogo e Cybercine: El cine en la economía digital: reforma estructural, modelo de ayudas, fomento del empleo, marketing, Iberoamérica, propiedad intelectual, conservación




  El cine español, como los cines europeos tiene calidad y debe responder a  criterios artísticos y a la vez a principios  industriales y de rentabilidad. Puede ser una industria fuerte,  aprovechando la nueva oportunidad  que ofrece la economía digital. En 2011 un grupo de profesionales, entre los que estaban Fernando Labrada, Presidente de Media Research, José Gabriel Jacoste, productor y Profesor de la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense, Porfirio Enríquez, director de fotografía, y del que formé parte,, creamos Cybercine para reflexionar sobre el cine como industria y concretamente sobre el cine español, español, con éxitos, como Mujeres al borde de un ataque de nervios de Almodóvar, ,Jamón, jamón de Bigas Luna, Los otros de Amenábar o Lo imposible de Bayona, que permiten pensar que puede desarrollarse una industria de cin en España. Nos parece imprescindible establecer un equilibrio entre cultura y economía, dos conceptos considerados antagónicos, pero que coinciden en el cine.







La situación en la actualidad d el cine español sigue siendo:


      a).-  UNA INDUSTRIA DE PRODUCCIÓN DÉBIL Y FRAGMENTADA EN LA QUE EL EMPLEO ES INSEGURO

     B).-  UNA COMPETITIVIDAD ESCASA EN SU CONJUNTO Y    EN CONSECUENCIA UNA CUOTA DE MERCADO BAJA, QUE PUEDE CORREGIRSE COMO INDICAN LAS PELÍCULAS ESPAÑOLAS DE GENERO


     El juego “natural” del mercado no es posible en materias de sanidad, educación o en sectores culturales, como el cine, sobre todo en España, tras décadas de políticas  proteccionistas. Por lo que las medidas propuestas pueden resumirse en diez puntos:


        

 1.-  El cambio digital obliga a una reforma estructural de la producción  y un cambio de modelo en distribución y exhibición. Inevitablemente hay que establecer un nuevo modelo en la política de ayudas para conseguir que el cine sea una auténtica actividad económica  con empresas estables y competitivas, garantizando la libertad indispensable para la creación.


2.-  Un nuevo modelo de protección responderá a una estrategia de financiación. Las ayudas a la amortización automáticas, incluyendo una ayuda complementaria, cumplieron su ciclo en 2004, ya que estaban pensadas para un tiempo limitado con el fin de habituar a los productores a un sistema de ayudas automáticas. En la actualidad el cine español tiene prestigio y puede llegar a un mercado internacional, por lo que no  necesita ayudas a la amortización, sino a su financiación.

      Las medidas más eficaces para estos objetivos son las desgravaciones fiscales utilizadas en EEUU, imitadas por otros Estados, y en el entorno europeo las ayudas más eficaces son  las que se conceden para que el productor reinvierta en una nueva película, que son complementadas con desgravaciones inferiores en este caso.

  Teniendo en cuenta la situación económica, la protección al cine en España debería optar por un sistema de ayudas a la reinversión en nuevas producciones y un desarrollo de las figuras de desgravación existentes, como sistema complementario. En el futuro podría elegirse, como único ayudas al cine, un buen sistema de desgravaciones.

       En cualquier caso es clave el modelo de transición para evitar un colapso del cine español. Y mantener y distinguir las ayudas de formación a cortos, guión, proyectos de decidido carácter cultural y a su difusión.

    Igualmente hay que mantener y facilitar la política de créditos mediante la potenciación de Fondos de Garantía que den lugar a avales. Proseguir con criterios de independencia la política de ayudas a proyectos, cortometrajes y guiones.


3.- Fomentar el empleo: Una mejor financiación facilita la actividad estable de las productoras y la producción de películas de mayor envergadura, que aumentan el trabajo de todos los profesionales del sector, y la actividad de los subsectores. Junto a la producción nacional, y las coproducciones internacionales rodadas en España, debería haber incentivos para atraer a la producción extranjera, como tienen numerosos países europeos,  ya que aportan inversiones, crean empleo y evitan al mismo tiempo forzar las normas de coproducción.

4.- Cuota obligatoria de pantalla: La cuota en las salas es para el cine europeo, por lo que ningún Estado de la UE la ha establecido, considerando que el cine europeo ocuparía el espacio del cine nacional. La cuota obligatoria de pantalla debe desaparecer, ya que no beneficia al cine español y resulta ser además de dudosa constitucionalidad.


      
5.-  Relaciones cine y televisión.  Hay que rediseñar la imprescindible colaboración cine-televisión, potenciar el papel de las televisiones públicas y promover  un acuerdo productores-televisiones, acompañado de la creación de una Mesa de dialogo, ya que desde el 2004 las medidas legislativas en la práctica no garantizan el nivel deseado de producción independiente, ni satisfacen las necesidades de las televisiones.


6.-  La promoción, marketing y eliminación de barreras a la distribución es una de las más claras acciones del Estado moderno por razones culturales y económicas. Es una tarea difícil por sus resultados ambivalente. Un cine rentable requiere un planteamiento internacional de gran parte  de las producciones y el Estado debe  facilitar la promoción a nivel mundial.


7.- Es clave la política cinematográfica con Iberoamérica. España promovió en 1997 e impulsó el Programa IBERMEDIA, que obtuvo buenos resultados  aunque, en la actualidad, España ha perdido protagonismo. Es un buen programa de colaboración cultural, pero la falta de circulación de películas iberoamericanas en su propia área hace preciso acciones a nivel de distribución-exhibición y el fomento de plataformas en Internet.

 8. La correcta  comercialización que garantice la continuidad de la producción y de la creación requiere el respeto a los Derechos de la Propiedad Intelectual, en la difusión y copia de sus obras y la adecuada compensación a creadores y productores por la copia de sus obras. Las medidas  de la Ley de Economía Sostenible son un camino, pero hasta ahora simbólico. Hay que poner  en marcha medidas más efectivas, impulsar el Acuerdo ACTA y apoyar a las plataformas españolas de descargas legales en Internet.


9.-  Impulsar la  política de conservación del patrimonio  artístico, cinematográfico y audiovisual. La inauguración del nuevo edificio de la Ciudad de la Imagen para la Filmoteca requiere resolver los problemas de personal y equipos- Y así mismo conceder a la Filmoteca Nacional un tratamiento similar a la Biblioteca Nacional o  el de los grandes Museos.



  10.- Se hace necesario impulsar una corriente renovadora en todos los niveles, ya que el  cine español languidece en un modelo anticuado, sin aprovechar el talento de muchos profesionales y sin estar preparado para el desarrollo del futuro inmediato y falto de modelos de formación adecuados. 


     








   





     
     

EL CINE ESPAÑO EN LA ECONOMÍA DIGITAL

                   El cine español tiene calidad y debe responder a  criterios artísticos y a principios  industriales y de rentabilidad. Puede ser una industria brillante,  aprovechando la nueva oportunidad  que ofrece la economía digital.


    
       Es imprescindible establecer un equilibrio entre cultura y economía, dos conceptos considerados antagónicos, que coinciden en el cine.


La situación en la actualidad d el cine español es:


      a).-  UNA INDUSTRIA DE PRODUCCIÓN DÉBIL Y FRAGMENTADAA EN LA QUE EL EMPLEO ES INSEGURO

     B).-  UNA COMPETITIVIDAD ESCASA EN SU CONJUNTO Y    EN CONSECUENCIA UNA CUOTA DE MERCADO BAJA, QUE PUEDE CORREGIRSE COMO INDICAN LAS PELÍCULAS ESPAÑOLAS DE GENERO


     El juego “natural” del mercado no es posible en materias de sanidad, educación o en sectores culturales, como el cine, sobre todo en España, tras décadas de políticas  proteccionistas. Por lo que las medidas propuestas pueden resumirse en diez puntos:


        

 1.-  El cambio digital obliga a una reforma estructural de la producción  y un cambio de modelo en distribución y exhibición. Inevitablemente hay que establecer un nuevo modelo en la política de ayudas para conseguir que el cine sea una auténtica actividad económica  con empresas estables y competitivas, garantizando la libertad indispensable para la creación.


2.-  Un nuevo modelo de protección responderá a una estrategia de financiación. Las ayudas a la amortización automáticas, incluyendo una ayuda complementaria, cumplieron su ciclo en 2004, ya que estaban pensadas para un tiempo limitado con el fin de habituar a los productores a un sistema de ayudas automáticas. En la actualidad el cine español tiene prestigio y puede llegar a un mercado internacional, por lo que no  necesita ayudas a la amortización, sino a su financiación.

      Las medidas más eficaces para estos objetivos son las desgravaciones fiscales utilizadas en EEUU, imitadas por otros Estados, y en el entorno europeo las ayudas más eficaces son  las que se conceden para que el productor reinvierta en una nueva película, que son complementadas con desgravaciones inferiores en este caso.

  Teniendo en cuenta la situación económica, la protección al cine en España debería optar por un sistema de ayudas a la reinversión en nuevas producciones y un desarrollo de las figuras de desgravación existentes, como sistema complementario. En el futuro podría elegirse, como único ayudas al cine, un buen sistema de desgravaciones.

       En cualquier caso es clave el modelo de transición para evitar un colapso del cine español. Y mantener y distinguir las ayudas de formación a cortos, guión, proyectos de decidido carácter cultural y a su difusión.

    Igualmente hay que mantener y facilitar la política de créditos mediante la potenciación de Fondos de Garantía que den lugar a avales. Proseguir con criterios de independencia la política de ayudas a proyectos, cortometrajes y guiones.


3.- Fomentar el empleo: Una mejor financiación facilita la actividad estable de las productoras y la producción de películas de mayor envergadura, que aumentan el trabajo de todos los profesionales del sector, y la actividad de los subsectores. Junto a la producción nacional, y lass coproducciones internacionales rodadas en España, debería haber incentivos para atraer a la producción extranjera, como tienen numerosos países europeos,  ya que aportan inversiones, crean empleo y evitan al mismo tiempo forzar las normas de coproducción.

4.- Cuota obligatoria de pantalla: La cuota en las salas es para el cine europeo, por lo que ningún Estado de la UE la ha establecido, considerando que el cine europeo ocuparía el espacio del cine nacional. La cuota obligatoria de pantalla debe desaparecer, ya que no beneficia al cine español y resulta ser además de dudosa constitucionalidad.


      
5.-  Relaciones cine y televisión.  Hay que rediseñar la imprescindible colaboración cine-televisión, potenciar el papel de las televisiones públicas y promover  un acuerdo productores-televisiones, acompañado de la creación de una Mesa de dialogo, ya que desde el 2004 las medidas legislativas en la práctica no garantizan el nivel deseado de producción independiente, ni satisfacen las necesidades de las televisiones.


6.-  La promoción, marketing y eliminación de barreras a la distribución es una de las más claras acciones del Estado moderno por razones culturales y económicas. Es una tarea difícil por sus resultados ambivalente. Un cine rentable requiere un planteamiento internacional de gran parte  de las producciones y el Estado debe  facilitar la promoción a nivel mundial.


7.- Es clave la política cinematográfica con Iberoamérica. España promovió en 1997 e impulsó el Programa IBERMEDIA, que obtuvo buenos resultados  aunque, en la actualidad, España ha perdido protagonismo. Es un buen programa de colaboración cultural, pero la falta de circulación de películas iberoamericanas en su propia área hace preciso acciones a nivel de distribución-exhibición y el fomento de plataformas en Internet.

 8. La correcta  comercialización que garantice la continuidad de la producción y de la creación requiere el respeto a los DERECHOS DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL, en la difusión y copia de sus obras y la adecuada compensación a creadores y productores por la copia de sus obras. Las medidas  de la Ley de Economía Sostenible son un camino, pero hasta ahora simbólico. Hay que poner  en marcha medidas más efectivas, impulsar el Acuerdo ACTA y apoyar a las plataformas españolas de descargas legales en Internet.


9.-  Impulsar la  política de conservación del patrimonio  artístico, cinematográfico y audiovisual. La inauguración del nuevo edificio de la Ciudad de la Imagen para la Filmoteca requiere resolver los problemas de personal y equipos- Y así mismo conceder a la Filmoteca Nacional un tratamiento similar a la Biblioteca Nacional o  el de los grandes Museos.



  10.- Se hace necesario impulsar una corriente renovadora en todos los niveles, ya que el  cine español languidece en un modelo anticuado, sin aprovechar el talento de muchos profesionales y sin estar preparado para el desarrollo del futuro inmediato y falto de modelos de formación adecuados 


     




………………
Grupo CyberCine
Marzo 2011



   





     

EL CINE ESPAÑO EN LA ECONOMÍA DIGITAL

                   El cine español tiene calidad y debe responder a  criterios artísticos y a principios  industriales y de rentabilidad. Puede ser una industria brillante,  aprovechando la nueva oportunidad  que ofrece la economía digital.


    
       Es imprescindible establecer un equilibrio entre cultura y economía, dos conceptos considerados antagónicos, que coinciden en el cine.


La situación en la actualidad d el cine español es:


      a).-  UNA INDUSTRIA DE PRODUCCIÓN DÉBIL Y FRAGMENTADAA EN LA QUE EL EMPLEO ES INSEGURO

     B).-  UNA COMPETITIVIDAD ESCASA EN SU CONJUNTO Y    EN CONSECUENCIA UNA CUOTA DE MERCADO BAJA, QUE PUEDE CORREGIRSE COMO INDICAN LAS PELÍCULAS ESPAÑOLAS DE GENERO


     El juego “natural” del mercado no es posible en materias de sanidad, educación o en sectores culturales, como el cine, sobre todo en España, tras décadas de políticas  proteccionistas. Por lo que las medidas propuestas pueden resumirse en diez puntos:


        

 1.-  El cambio digital obliga a una reforma estructural de la producción  y un cambio de modelo en distribución y exhibición. Inevitablemente hay que establecer un nuevo modelo en la política de ayudas para conseguir que el cine sea una auténtica actividad económica  con empresas estables y competitivas, garantizando la libertad indispensable para la creación.


2.-  Un nuevo modelo de protección responderá a una estrategia de financiación. Las ayudas a la amortización automáticas, incluyendo una ayuda complementaria, cumplieron su ciclo en 2004, ya que estaban pensadas para un tiempo limitado con el fin de habituar a los productores a un sistema de ayudas automáticas. En la actualidad el cine español tiene prestigio y puede llegar a un mercado internacional, por lo que no  necesita ayudas a la amortización, sino a su financiación.

      Las medidas más eficaces para estos objetivos son las desgravaciones fiscales utilizadas en EEUU, imitadas por otros Estados, y en el entorno europeo las ayudas más eficaces son  las que se conceden para que el productor reinvierta en una nueva película, que son complementadas con desgravaciones inferiores en este caso.

  Teniendo en cuenta la situación económica, la protección al cine en España debería optar por un sistema de ayudas a la reinversión en nuevas producciones y un desarrollo de las figuras de desgravación existentes, como sistema complementario. En el futuro podría elegirse, como único ayudas al cine, un buen sistema de desgravaciones.

       En cualquier caso es clave el modelo de transición para evitar un colapso del cine español. Y mantener y distinguir las ayudas de formación a cortos, guión, proyectos de decidido carácter cultural y a su difusión.

    Igualmente hay que mantener y facilitar la política de créditos mediante la potenciación de Fondos de Garantía que den lugar a avales. Proseguir con criterios de independencia la política de ayudas a proyectos, cortometrajes y guiones.


3.- Fomentar el empleo: Una mejor financiación facilita la actividad estable de las productoras y la producción de películas de mayor envergadura, que aumentan el trabajo de todos los profesionales del sector, y la actividad de los subsectores. Junto a la producción nacional, y lass coproducciones internacionales rodadas en España, debería haber incentivos para atraer a la producción extranjera, como tienen numerosos países europeos,  ya que aportan inversiones, crean empleo y evitan al mismo tiempo forzar las normas de coproducción.

4.- Cuota obligatoria de pantalla: La cuota en las salas es para el cine europeo, por lo que ningún Estado de la UE la ha establecido, considerando que el cine europeo ocuparía el espacio del cine nacional. La cuota obligatoria de pantalla debe desaparecer, ya que no beneficia al cine español y resulta ser además de dudosa constitucionalidad.


      
5.-  Relaciones cine y televisión.  Hay que rediseñar la imprescindible colaboración cine-televisión, potenciar el papel de las televisiones públicas y promover  un acuerdo productores-televisiones, acompañado de la creación de una Mesa de dialogo, ya que desde el 2004 las medidas legislativas en la práctica no garantizan el nivel deseado de producción independiente, ni satisfacen las necesidades de las televisiones.


6.-  La promoción, marketing y eliminación de barreras a la distribución es una de las más claras acciones del Estado moderno por razones culturales y económicas. Es una tarea difícil por sus resultados ambivalente. Un cine rentable requiere un planteamiento internacional de gran parte  de las producciones y el Estado debe  facilitar la promoción a nivel mundial.


7.- Es clave la política cinematográfica con Iberoamérica. España promovió en 1997 e impulsó el Programa IBERMEDIA, que obtuvo buenos resultados  aunque, en la actualidad, España ha perdido protagonismo. Es un buen programa de colaboración cultural, pero la falta de circulación de películas iberoamericanas en su propia área hace preciso acciones a nivel de distribución-exhibición y el fomento de plataformas en Internet.

 8. La correcta  comercialización que garantice la continuidad de la producción y de la creación requiere el respeto a los DERECHOS DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL, en la difusión y copia de sus obras y la adecuada compensación a creadores y productores por la copia de sus obras. Las medidas  de la Ley de Economía Sostenible son un camino, pero hasta ahora simbólico. Hay que poner  en marcha medidas más efectivas, impulsar el Acuerdo ACTA y apoyar a las plataformas españolas de descargas legales en Internet.


9.-  Impulsar la  política de conservación del patrimonio  artístico, cinematográfico y audiovisual. La inauguración del nuevo edificio de la Ciudad de la Imagen para la Filmoteca requiere resolver los problemas de personal y equipos- Y así mismo conceder a la Filmoteca Nacional un tratamiento similar a la Biblioteca Nacional o  el de los grandes Museos.



  10.- Se hace necesario impulsar una corriente renovadora en todos los niveles, ya que el  cine español languidece en un modelo anticuado, sin aprovechar el talento de muchos profesionales y sin estar preparado para el desarrollo del futuro inmediato y falto de modelos de formación adecuados 


     




………………
Grupo CyberCine
Marzo 2011



   





     

EL CINE ESPAÑO EN LA ECONOMÍA DIGITAL

                   El cine español tiene calidad y debe responder a  criterios artísticos y a principios  industriales y de rentabilidad. Puede ser una industria brillante,  aprovechando la nueva oportunidad  que ofrece la economía digital.


    
       Es imprescindible establecer un equilibrio entre cultura y economía, dos conceptos considerados antagónicos, que coinciden en el cine.


La situación en la actualidad d el cine español es:


      a).-  UNA INDUSTRIA DE PRODUCCIÓN DÉBIL Y FRAGMENTADAA EN LA QUE EL EMPLEO ES INSEGURO

     B).-  UNA COMPETITIVIDAD ESCASA EN SU CONJUNTO Y    EN CONSECUENCIA UNA CUOTA DE MERCADO BAJA, QUE PUEDE CORREGIRSE COMO INDICAN LAS PELÍCULAS ESPAÑOLAS DE GENERO


     El juego “natural” del mercado no es posible en materias de sanidad, educación o en sectores culturales, como el cine, sobre todo en España, tras décadas de políticas  proteccionistas. Por lo que las medidas propuestas pueden resumirse en diez puntos:


        

 1.-  El cambio digital obliga a una reforma estructural de la producción  y un cambio de modelo en distribución y exhibición. Inevitablemente hay que establecer un nuevo modelo en la política de ayudas para conseguir que el cine sea una auténtica actividad económica  con empresas estables y competitivas, garantizando la libertad indispensable para la creación.


2.-  Un nuevo modelo de protección responderá a una estrategia de financiación. Las ayudas a la amortización automáticas, incluyendo una ayuda complementaria, cumplieron su ciclo en 2004, ya que estaban pensadas para un tiempo limitado con el fin de habituar a los productores a un sistema de ayudas automáticas. En la actualidad el cine español tiene prestigio y puede llegar a un mercado internacional, por lo que no  necesita ayudas a la amortización, sino a su financiación.

      Las medidas más eficaces para estos objetivos son las desgravaciones fiscales utilizadas en EEUU, imitadas por otros Estados, y en el entorno europeo las ayudas más eficaces son  las que se conceden para que el productor reinvierta en una nueva película, que son complementadas con desgravaciones inferiores en este caso.

  Teniendo en cuenta la situación económica, la protección al cine en España debería optar por un sistema de ayudas a la reinversión en nuevas producciones y un desarrollo de las figuras de desgravación existentes, como sistema complementario. En el futuro podría elegirse, como único ayudas al cine, un buen sistema de desgravaciones.

       En cualquier caso es clave el modelo de transición para evitar un colapso del cine español. Y mantener y distinguir las ayudas de formación a cortos, guión, proyectos de decidido carácter cultural y a su difusión.

    Igualmente hay que mantener y facilitar la política de créditos mediante la potenciación de Fondos de Garantía que den lugar a avales. Proseguir con criterios de independencia la política de ayudas a proyectos, cortometrajes y guiones.


3.- Fomentar el empleo: Una mejor financiación facilita la actividad estable de las productoras y la producción de películas de mayor envergadura, que aumentan el trabajo de todos los profesionales del sector, y la actividad de los subsectores. Junto a la producción nacional, y lass coproducciones internacionales rodadas en España, debería haber incentivos para atraer a la producción extranjera, como tienen numerosos países europeos,  ya que aportan inversiones, crean empleo y evitan al mismo tiempo forzar las normas de coproducción.

4.- Cuota obligatoria de pantalla: La cuota en las salas es para el cine europeo, por lo que ningún Estado de la UE la ha establecido, considerando que el cine europeo ocuparía el espacio del cine nacional. La cuota obligatoria de pantalla debe desaparecer, ya que no beneficia al cine español y resulta ser además de dudosa constitucionalidad.


      
5.-  Relaciones cine y televisión.  Hay que rediseñar la imprescindible colaboración cine-televisión, potenciar el papel de las televisiones públicas y promover  un acuerdo productores-televisiones, acompañado de la creación de una Mesa de dialogo, ya que desde el 2004 las medidas legislativas en la práctica no garantizan el nivel deseado de producción independiente, ni satisfacen las necesidades de las televisiones.


6.-  La promoción, marketing y eliminación de barreras a la distribución es una de las más claras acciones del Estado moderno por razones culturales y económicas. Es una tarea difícil por sus resultados ambivalente. Un cine rentable requiere un planteamiento internacional de gran parte  de las producciones y el Estado debe  facilitar la promoción a nivel mundial.


7.- Es clave la política cinematográfica con Iberoamérica. España promovió en 1997 e impulsó el Programa IBERMEDIA, que obtuvo buenos resultados  aunque, en la actualidad, España ha perdido protagonismo. Es un buen programa de colaboración cultural, pero la falta de circulación de películas iberoamericanas en su propia área hace preciso acciones a nivel de distribución-exhibición y el fomento de plataformas en Internet.

 8. La correcta  comercialización que garantice la continuidad de la producción y de la creación requiere el respeto a los DERECHOS DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL, en la difusión y copia de sus obras y la adecuada compensación a creadores y productores por la copia de sus obras. Las medidas  de la Ley de Economía Sostenible son un camino, pero hasta ahora simbólico. Hay que poner  en marcha medidas más efectivas, impulsar el Acuerdo ACTA y apoyar a las plataformas españolas de descargas legales en Internet.


9.-  Impulsar la  política de conservación del patrimonio  artístico, cinematográfico y audiovisual. La inauguración del nuevo edificio de la Ciudad de la Imagen para la Filmoteca requiere resolver los problemas de personal y equipos- Y así mismo conceder a la Filmoteca Nacional un tratamiento similar a la Biblioteca Nacional o  el de los grandes Museos.



  10.- Se hace necesario impulsar una corriente renovadora en todos los niveles, ya que el  cine español languidece en un modelo anticuado, sin aprovechar el talento de muchos profesionales y sin estar preparado para el desarrollo del futuro inmediato y falto de modelos de formación adecuados 


     




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Grupo CyberCine
Marzo 2011



   



      

             DECÁLOGO DE CYBERCINE



 El cambio

 El cine en la economía digital 


  El cine español y los cines europeo tienen calidad y deben responder a  criterios artísticos y a principios  industriales y de rentabilidad. Pueden ser una industria brilla nte,  aprovechando la nueva oportunidad  que ofrece la economía digital.



    
       En el año 2011 un grupo de profesionales, entre los que se encontraban Fernado Labrada, Presidente de Media Research, el producror y profesor de la Facultad de Ciencias de la Información, José Gabriel Jacoste, el director de fotografías imprescindible establecer un equilibrio entre cultura y economía, dos conceptos considerados antagónicos, que coinciden en el cine.


La situación en la actualidad d el cine español es: Porfirio, en el que participé, analizaron los resultados del cine español de acuerdo con el modelo de ayudas, que había producido obras como Los santos inocentes de Mario Camus, 


      a).-  UNA INDUSTRIA DE PRODUCCIÓN DÉBIL Y FRAGMENTADAA EN LA QUE EL EMPLEO ES INSEGURO

     B).-  UNA COMPETITIVIDAD ESCASA EN SU CONJUNTO Y    EN CONSECUENCIA UNA CUOTA DE MERCADO BAJA, QUE PUEDE CORREGIRSE COMO INDICAN LAS PELÍCULAS ESPAÑOLAS DE GENERO


     El juego “natural” del mercado no es posible en materias de sanidad, educación o en sectores culturales, como el cine, sobre todo en España, tras décadas de políticas  proteccionistas. Por lo que las medidas propuestas pueden resumirse en diez puntos:


        

 1.-  El cambio digital obliga a una reforma estructural de la producción  y un cambio de modelo en distribución y exhibición. Inevitablemente hay que establecer un nuevo modelo en la política de ayudas para conseguir que el cine sea una auténtica actividad económica  con empresas estables y competitivas, garantizando la libertad indispensable para la creación.


2.-  Un nuevo modelo de protección responderá a una estrategia de financiación. Las ayudas a la amortización automáticas, incluyendo una ayuda complementaria, cumplieron su ciclo en 2004, ya que estaban pensadas para un tiempo limitado con el fin de habituar a los productores a un sistema de ayudas automáticas. En la actualidad el cine español tiene prestigio y puede llegar a un mercado internacional, por lo que no  necesita ayudas a la amortización, sino a su financiación.

      Las medidas más eficaces para estos objetivos son las desgravaciones fiscales utilizadas en EEUU, imitadas por otros Estados, y en el entorno europeo las ayudas más eficaces son  las que se conceden para que el productor reinvierta en una nueva película, que son complementadas con desgravaciones inferiores en este caso.

  Teniendo en cuenta la situación económica, la protección al cine en España debería optar por un sistema de ayudas a la reinversión en nuevas producciones y un desarrollo de las figuras de desgravación existentes, como sistema complementario. En el futuro podría elegirse, como único ayudas al cine, un buen sistema de desgravaciones.

       En cualquier caso es clave el modelo de transición para evitar un colapso del cine español. Y mantener y distinguir las ayudas de formación a cortos, guión, proyectos de decidido carácter cultural y a su difusión.

    Igualmente hay que mantener y facilitar la política de créditos mediante la potenciación de Fondos de Garantía que den lugar a avales. Proseguir con criterios de independencia la política de ayudas a proyectos, cortometrajes y guiones.


3.- Fomentar el empleo: Una mejor financiación facilita la actividad estable de las productoras y la producción de películas de mayor envergadura, que aumentan el trabajo de todos los profesionales del sector, y la actividad de los subsectores. Junto a la producción nacional, y lass coproducciones internacionales rodadas en España, debería haber incentivos para atraer a la producción extranjera, como tienen numerosos países europeos,  ya que aportan inversiones, crean empleo y evitan al mismo tiempo forzar las normas de coproducción.

4.- Cuota obligatoria de pantalla: La cuota en las salas es para el cine europeo, por lo que ningún Estado de la UE la ha establecido, considerando que el cine europeo ocuparía el espacio del cine nacional. La cuota obligatoria de pantalla debe desaparecer, ya que no beneficia al cine español y resulta ser además de dudosa constitucionalidad.


      
5.-  Relaciones cine y televisión.  Hay que rediseñar la imprescindible colaboración cine-televisión, potenciar el papel de las televisiones públicas y promover  un acuerdo productores-televisiones, acompañado de la creación de una Mesa de dialogo, ya que desde el 2004 las medidas legislativas en la práctica no garantizan el nivel deseado de producción independiente, ni satisfacen las necesidades de las televisiones.


6.-  La promoción, marketing y eliminación de barreras a la distribución es una de las más claras acciones del Estado moderno por razones culturales y económicas. Es una tarea difícil por sus resultados ambivalente. Un cine rentable requiere un planteamiento internacional de gran parte  de las producciones y el Estado debe  facilitar la promoción a nivel mundial.


7.- Es clave la política cinematográfica con Iberoamérica. España promovió en 1997 e impulsó el Programa IBERMEDIA, que obtuvo buenos resultados  aunque, en la actualidad, España ha perdido protagonismo. Es un buen programa de colaboración cultural, pero la falta de circulación de películas iberoamericanas en su propia área hace preciso acciones a nivel de distribución-exhibición y el fomento de plataformas en Internet.

 8. La correcta  comercialización que garantice la continuidad de la producción y de la creación requiere el respeto a los DERECHOS DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL, en la difusión y copia de sus obras y la adecuada compensación a creadores y productores por la copia de sus obras. Las medidas  de la Ley de Economía Sostenible son un camino, pero hasta ahora simbólico. Hay que poner  en marcha medidas más efectivas, impulsar el Acuerdo ACTA y apoyar a las plataformas españolas de descargas legales en Internet.


9.-  Impulsar la  política de conservación del patrimonio  artístico, cinematográfico y audiovisual. La inauguración del nuevo edificio de la Ciudad de la Imagen para la Filmoteca requiere resolver los problemas de personal y equipos- Y así mismo conceder a la Filmoteca Nacional un tratamiento similar a la Biblioteca Nacional o  el de los grandes Museos.



  10.- Se hace necesario impulsar una corriente renovadora en todos los niveles, ya que el  cine español languidece en un modelo anticuado, sin aprovechar el talento de muchos profesionales y sin estar preparado para el desarrollo del futuro inmediato y falto de modelos de formación adecuados 


     




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Grupo CyberCine
Marzo 2011




     

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