EL CINE Y EL MERCADO COMÚN
Las fuentes financieras del cine
La financiación de`cine se contempla considerando la interdependiencia de todas sus fuentes, que funcionan conectadas entre sí: ayudas públicas, créditos,fiscalidad favorable, desgravaciones a la inversión en producción, la implantaciñon de un Registro público, (hipoteca de las películas), control honesto de las recaudaciones de taquilla, coproducciones, relaciones con las televisiones y todas sus formas de difusión, exhibición e Internet. La creación del Mercado Común en la Europa de los Seis, a principios de los años 60 fue recibida como si se tratase de una guillotina para el cine, ya que de acuerdo con el artículo 92 del Tratado de Roma, parecía que cualquier ayuda al cine debía suprimirse. por alterar la competencia. Se trató de escapar a este propósito alegando el carácter cultural del cine. Decisión que habría resuelto el problema mediante primas o premios otorgados por Jurados o Comisiones. Un areópago para méritos artísticos que no hubiera resuelto los problemas financieros ni de amortización de la producción de cine. Hubo por eso, que recurrir a criterios económicos, establecer ayudas de acuerdo con la economía cinematográfica. Las ayudas debieron atenerse a los principios del Tratado de Roma. por lo que debían ser selectivas, es decir destinadas a un sector que las mereciese, en este caso la producción de películas. Se trataba de seleccionar un sector, no las películas que lo integran. Y también debían tener carácter decreciente, o sea que fueran disminuyendo según se lograban los objetivos. Se encontró una solución en las ayudas automáticas. Conviene recordarlo porque hoy en España vivimos una situación parecida.


Jean-Claude Batz, sociólogo de la Universidad Libre de Bruselas, señaló que en la Europa de los Seis existía un exceso de producción cinematográfica. Durante 1963 los países europeos habían producido 350 largometrajes, mientras que en EEUU la producción había sido de 141. Solo Francia había producido también 141 películas. Pero con una diferencia, el coste medio de producción en EEUU había sido de 2 600 000 dólares y en Francia de 300 000 dólares. No es una cuestión de tener un número elevado de producción, sino un alto coeficiente de frecuentación y este puede ser superior con menos películas como demostraba el cine norteamericano. Es importante limitar la producción, y conseguir un mayor atractivo o calidad de las películas producidas. Ningún país va a renunciar a contar con una producción fuerte, dada la importancia de la expresión cinematográfica, pero conviene tener en cuenta que las películas deben ser vistas por los espectadores. La sobreproducción y la necesaria calidad de las películas son problemas que siguen hoy día y que por medios automático en combinación con medios selectivo son problemas que toda política de ayudas precisa corregir.
Fotos: Coloquio Cine y Mercado Común, 1964.
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