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miércoles, 21 de febrero de 2018





             INCENTIVOS FISCALES MÁS AGRESIVOS





        


Productores inversores para aumentar la rentabilidad buscan ventajas fiscales: reducción de impuestos, los tax shelters, o su reembolso, los tax credits tax rebates. Estas medidas están generalizadas en el mundo anglosajón y en España  se suele calificar a ambas como desgravaciones. Es una práctica de la planificación fiscal ingeniería fiscal. Sus beneficios son notables para canalizar inversiones a un sector, siendo imprescindible su control, ya que las asesorías fiscales no se limitan a dirigir las ventajas a inversiones en el sector al que están destinadas, sino que se las ingenian para que beneficien a gran parte de sus clientes.







           La Comisión Europea y el Consejo de Europa se muestran favorables a los incentivos fiscales. Ya son doce los Estados que los aplican en la UE, sin incluir al Reino Unido. Así mismo los han establecido otros países en y fuera de Europa. El objetivo fundamental es aumentar la producción propia y  atraer rodajes a sus territorios. Hay tres modelos básicos: 1.- beneficia directamente al inversor con reducción de impuestos; como ocurre en Bélgica; 2.- reembolso de una parte de los impuestos, como en Italia; es el más utilizado. 3.- es preciso crear una entidad intermediaria como  en España, las Agrupaciones de Interés Económico (AIE). Pueden coexistir  dos modelos, como en Francia, reducción de impuestos a través de las  SOFICA y reembolso. La reducción o devolución de impuestos se calcula aplicando un porcentaje de la inversión realizada en el país que la concede y realmente gastada. Las Film Commissions son oficinas que asesoran a los productores en la obtención de los incentivos fiscales.

                  En Bélgica desde 2005 pueden acceder a las desgravaciones fiscales los productores e inversores belgas para películas de ficción, animación y para series y documentales para televisión, que se rueden en Bélgica en la UE o en el Espacio Económico Europeo, siempre que una parte del rodaje sea en Bélgica. Beneficia también a productores internacionales que coproducen con una productora belga. La desgravación es del 45%. con el límite de 750 000 euros. Además las películas rodadas en Flandes tienen por parte de esta Comunidad unas ventajas fiscales complementarias. Francia  venía aplicando el reembolso  fiscal del 30% para las películas de un presupuesto inferior a 4 millones de euros, y lo amplió a todas las películas de un presupuesto inferior a los 7 millones de euros; la mayor parte del buen cine francés se encuentra en esta franja presupuestaria. También a las películas extranjeras rodadas en Francia se subió el reembolso del 20 al 30%. Así mismo para fomentar las películas de animación se elevó el reembolso  a la inversión en las mismas del 20 al 25%.

       





 Holanda desarrolla una política fiscal de tax credit, iniciada en 1999: reembolso de impuestos equivalente al 35% de los costos reales invertidos en Holanda en películas de ficción, animación o documentales y el 30% en el caso de episodios de series de ficción, animación o documentales para televisión. La financiación  se completa aprovechando las Sociedades de responsabilidad privada limitada (conocidas por sus siglas holandesas, BV), que tienen grandes ventajas fiscales, entre ellas estar exentas de impuestos los dividendos y son fáciles de crear, ya que basta tener un director y un único accionista. Solo en España y para otras actividades se crearon 950 BV para aprovechar sus ventajas fiscales. En Irlanda la Ley de  Finanzas de 1987, conocida como la Sección 35, modificada por el Financial Bill de 1997 y las 2008 Act y 2009 Act y la de 2015, conocida como Sección 481, ha permitido captar inversores, tanto sociedades o personas físicas, ya que se concede un tax credit hasta un 32% sobre un máximo del 8o%  del presupuesto, que tiene el límite de 70 millones de euros.  En producciones cinematográficas el 50% de la inversión deben se de sociedades y hay una exigencia de gasto del presupuesto en Irlanda y la aprobación de unos requisitos culturales establecidos.
           

              
    El modelo en España lo regula la Ley del Cine de 2007 y la Ley del Impuesto de Sociedades de 2004. La deducción por inversión en producciones de cine o audiovisual, según aprobación en 2017,l es el 25% para el primer millón de euros y baja al 20% hasta el límite de 3 millones de euros. Es necesario  crear una Agrupación de Interés Económico (AIE), que tiene personalidad jurídica y carácter mercantil y es la herramienta fiscal para  captar a los inversores. Pueden participar sociedades o personas físicas que pertenezcan a la categoría de trabajadores autónomos. La deducción del productor ejecutivo inscrito en el ICAA de una película extranjera puede deducir el 20% del gasto en España con el límite de 3 000 000 de euros. El hecho de ser Canarias una Zona Económica Especial en la UE, fue aprovechado por Canarias para establecer que las productoras que tienen su domicilio en Canarias deducen el 45% del primer millón de euros y desciende al 40% con el límite 5 400 000 euros. Los rodajes de películas extranjeras en Canarias (al menos dos semanas) tienen una deducción del 35% con el límite de 4 500 000 euros. En  Navarra por su régimen foral la deducción es del  35% con una semana al menos de rodaje en esta Comunidad.
  
                         


      El Reino Unido cuenta con el tax credit, concedido a todos los productores que invierten en una producción de cine o audiovisual. Los productores deben invertir en Reino Unido el 80% de los gastos o el 10% si es una coproucción reconocida como oficial. Se exige un polémico test cultural criticado por los productores. Inicialmente solo para películas de ficción, se ha ampliado para fomentar las películas de animación, a las que se les exige un gasto mínimo del 51% en animación, también para los documentales para televisión que tengan un 51% con actores y para vídeo juegos. El tax credit es del 25%, que baja al 20% en las películas de un costo superior a 20 millones de libras y al 16% en las superproducciones




     Luxemburgo como gran plaza bancaria ha hecho de las ventajas fiscales el instrumento para conseguir que en el Ducado existan tres estudios de rodaje para películas de ficción, seis estudios de animación y quince estudios de posproducción. Los productores que  rueden en Luxemburgo tienen derecho a un certificado de inversión (CIAV)  y que llega hasta el 30% de la inversión.  Se denomina también tax credit y se recibe tras un control del Film Fund de que se cumplen los criterios de concesión.  Estos criterios de concesión son: contar con un seguro de buen fin y parte del rodaje realizarlo en Luxemburgo. Se concede a películas y series y tienen un  incremento los de las obras de animación. Los Certificados de inversión pueden cederse a empresas o ciudadanos de Luxemburgo, que se beneficiarían de la desgravación. 





       Italia tiene un sistema de   reembolso de impuestos. Se  conceden a producción de cine y del audiovisual, distribución nacional e internacional  de películas italianas y tienen un reembolso o entre el 15 y el 30% de sus costos, que se eleva al 40% si es el productor quien distribuye sus propias películas; los exhibidores para rehabilitación de salas o construcción de salas de cine, un incentivo entre el  20 y el 40% de los costos; así mismo las industrias técnicas, incluidos laboratorios y empresas de restauración de películas y de posproducción, tienen un incentivo entre el 20 y el 30% de los costos. La proyección de películas italianas y europeas y la actividad de pequeñas salas en ciudades de menos de 15000 habitantes, un incentivo del 20% de los ingresos de las proyecciones. Para atraer inversores extranjeros a producir o posproducir en Italia películas extranjeras, su incentivo se sitúa entre el 25 y el 30% de su inversión. Y para los inversores  ajenos al sector, en producción cinematográfica o audiovisual italiana tienen el 30% de su inversión, que será del 40% si invierten el producciones que tengan ayudas selectivas. Alemania  no ha considerado rentable sus fuertes incentivos, que representaban un alto coste para su Hacienda. En 2005 se suprimieron exigiendo al inversor financiero una participación real en el coste de al menos del 20% para tener derecho a la ayuda y deducción que se establecen en la legislación alemana sobre ayudas automáticas a la producción. 



       El reembolso por inversión  es en Austria del 25%, siempre que hayan invertido realmente en el país al menos 2 500 000 euros.  Los países del Este de Europa incorporados a la UE han optado también por la devolución de los impuestos, calculada así mismo por un porcentaje fijado sobre la inversión. Hungría el 25 de la inversión y un mínimo del 80% del presupuesto debe gastase en Hungría. República Checa fija la devolución en un 20%, y en las producciones internacionales se eleva al 66% para las retenciones a actores y técnicos,, si pagan sus impuestos en la República Checa y gastan en la misma unos presupuestos mínimos establecidos: 680 000$ largometrajes y para documentales, 91 000$ y episodios de TV, 365 000$.. Dos países bálticos han introducido los incentivos fiscales a la inversión en el cine: Lituania concede un 20% de reembolso, pero exige que un 80% del presupuesto se gaste en Lituania y Estonia realiza un reembolso del 25% y del 30% si es un tema de su historia y todos los elementos creativos, técnicos y lugares de rodaje son de Estonia. Se concede a inversiones en producción y también al desarrollo, posproducción y distribución, sobre los costes realizados en Estonia, que deben ser al menos el 50% del presupuesto.



                     Las Repúblicas surgidas de la antigua Yugoslavia tienen todas incentivos basados en la devolución de impuestos. Croacia  fija un reembolso del 20%, calculado sobre los gastos realmente realizados en Croacia. Serbia concede el reembolso del 20% de los gastos efectuados en el país, pero exige una inversión mínima de 350 000 euros. Macedonia  también realiza el reembolso del 20% de la inversión y exige que una parte del presupuesto sea gastado en Macedonia.




       Dos países del Área Económica Europea aplican el reembolso de impuestos en películas de cine y de TV: Noruega efectúa un reembolso del 25%, igual    Islandia  con un 25% Destaca Colombia  entre los países de Iberoamérica  con un reembolso  del 40% en producción y posproducción y un 20% en servicios auxiliares, como transportes o catering.  Panamá retorna el 15% de la inversión que se realiza al producir en el país. República Dominicana concede la devolución del 20% de los gastos realizados en producción, preproducción o posproducción, siempre que inviertan en el país 500 000 euros. Puerto Rico aprobó la devolución del 40% de los gastos efectuados en su territorio. Y son también frecuentes las relaciones de productores españoles con Canadá, que cuenta con reembolso de impuestos a nivel federal del 15%, que puede combinarse con los reembolsos de British Columbia, un 35% y de Alberta, un 25%. Entre los Estados con los que habitualmente los productores españoles no colaboran y cuentan con ventajas fiscales se encuentran Australia,  Nueva Zelanda,TaiwanSingapurMalasiaFijiSudáfrica
Trinidad, Tobago, Malta Emiratos Árabes



     

    
      

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