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martes, 25 de agosto de 2015





AYUDAS AL CINE EN SUECIA, BÉLGICA E IRLANDA




    

          Las ayudas al cine en Suecia, Bélgica e Irlanda funcionan aceptablemente. Son tres modelos de ayudas completamente diferentes, pero que han tenido resultado positivo en cada uno de estos países. El cine sueco ha gozado tradicionalmente de gran prestigio y posee unos caracteres reconocibles, a lo que han contribuido las obras de Victor Sjostrom, director de expresión poderosa,  que trabajó también en EEUU y cuya imagen conocemos por haber interpretado genialmente Fresas salvajes (1967), y a las películas de  Mauritz Stiller, con un lenguaje de tenues matices y a Alf Sjoberg que sorprendió con una atractiva historia medieval, Camino del cielo  (1946) y evidentemente la obra de Ingmar Bergman.

         

Fresas salvajes

  


 En 1963 se creó el Instituto de Cine Sueco por un acuerdo Estado-industria. Fue aprobada la  desaparición de un impuesto a los exhibidores del 25% y se acepto´por parte de estos abonar el  10% de toda la recaudación al Instituto.  Esta aportación representa el 60% del presupuesto del Instituto, que se completa con una aportación de la televisión pública y las propias actividades del Instituto, que posee dos estudios, importa y exporta películas y es también distribuidor y coproducor.  El Instituto de Cine bajo la figura de fundación es una auténtica empresa. Las ayudas que se conceden son garantías para la financiación a películas con valores artísticos y potencial comercial. Estas ayudas mediante garantías son concedidas por un comité de cinco miembros. El Instituto  invierte solo en películas que tengan valores artísticos, normalmente mediante coproducciones. Igualmente la televisión pública sueca coproduce películas de los productores suecos.Los fondos regionales son numerosos y apoyan a las películas que se ruedan en su región o tienen relación con la misma e  iniciaron sus actividades con fondos públicos. Son 19, aunque los más importantes son tres,  que suelen aportar hasta un tercio del presupuesto de la película,  normalmente en coproducción. Film I Vast es el más destacado, participando en el 50% de las películas producidas en Suecia, como Lilya 4 ever  (2002), dirigida con éxito por Lukas Modysson  sobre una joven rusa obligada a prostituirse,  y también participa en  coproducciones internacionales, como Manderlay  (2005) de Lars Von Trier. Los otros dos  Fondos destacables son Filmpool y Nordo Film I SkSkane. Suecia tiene 9 556 000 habitantes y una producción anual de 56 largometrajes en 2014.


Greta Garbo


        Son famosos sus actrices y actores, Greta Garbo, Ingrid Bergman ,  Anita Ekbberg, Max von Sydow, sus técnicos como Sven Nykvist director de fotografía y la nueva ola de directores, como el citado MoodisonGabriela Pichler, autora de Come, duerme, muere (2012), drama y humor sobre una emigrante, premio del público en el Festival de Venecia., Josef Fares, autor de   Zozo (2003) autobiográfica en parte,  Lisaa Langseth. directora de Hotel (2013) con Alicia Vikander, considerada la heredera de Ingrid Bergman o Felix Hergren, director de El abuelo que saltó por la ventana y se largó  (2014), basada en la novela del mismo título de Jonas Johanson.

                   


 




       Bélgica dispone de uno de los modelos más objetivos de ayudas establecido en 1972. La mayoría de sus ayudas al cine son automáticas y se reciden para su amortización de acuerdo con un porcentaje sobre los ingresos de taquilla. Los largometrajes tienen derecho a un porcentaje entre el 15 y el 25% de su recaudación y los cortometrajes entre un 3 y un 8%. Una Comisión establece entre esta escala el porcentaje exacto de acuerdo con sus valores técnicos y la proporción de elementos belgas en la producción. Las ayudas las concedía el Ministerio de Asuntos Eonómicos, pero en 1980 se aprobó su transferencia a la Comunidad francesa y a la Comunidad flamenca, que desde 1990 ejercen plenamente esta competencia y tienen en estudio su revisión. Hay también ayudas selectivas para la escritura del guión, la preproducción y para la financiación de las producciones. Creadas por el Ministerio de Cultura se conceden con intervención de una de las dos Comunidades, según que el guión haya sido escrito en francés o en flamenco. Tienen el carácter de préstamo reembolsable cuando la película se ha amortizado.


       Las televisiones colaboran financieramente y coproducen. En la Comunidad francesa RTBF, RTL-TVI y Canal Plus y en la Comunidad flamenca, BRTN, junto con la cadena de cable COBO. Con 11 500 000 habitantes produce 70 largometrajes en 2014.


El niño de la bicicleta

 El cine belga se consagra intencionalmente con los hermanos Dardenne, que han participado en siete ocasiones en el Festival de Cannes y ganado dos Palmas de Oro con Rosetta (1999) y El niño (2005) y el Gran Premio del Jurado con El niño de la bicicleta (2011). Un cine con personalidad, fruto de las culturas francesa y flamenca que comparten, y que ha interesado a los críticos y al público , en su mayor parte amante  de las obras comprometidas, con películas como El maestro de música  (1988) dirigida por Gerard Corbiau Daens  (1993), un drama social dirigido por Stins Connix o La vida en rosa (1997) de Alain Berliner, sobre un niño que quiere pertenecer al sexo femenino. Destaca el cine experimental con Cinco condiciones  (2003) de Jorgen Leth, que realiza cinco versiones de su corto Hombre, rodado en 196

     


 En este cine de calidad encontramos películas inteligentes. como Libre echange (2010), en la que Gerard Gisquières con un humor fresco indaga en nuestra existencia, Hasta la vista (2011) en la que el director Geoffrey Groeningen hace gala de un humor disparatado o un excelente melodrama, como los grandes del cine clásico, que obtuvo el Premio del público en el Festival de Cine de Berlín, Alabama Monroe (2012), dirigido por Felix Van Groningen. Han fomerntado un buen cine infantil. como Blue bird (2011) de Gust Van der Berghe, adaptación del cuento de Maurice Maeterlink , sobre la búsqueda del pájaro azul de la felicidad por un niño y una niña.

        
     La Ley Cinematográfica de 1970 fue el primer paso para impulsar el cine en  Irlanda. El Irish Film Board se crea en 1981 y las ayudas a la producción han sido reemplazadas por un atractivo sistema de desgravaciones creado por la Ley de  Finanzas de 1987, conocida como la Sección 35. Esta iniciativa capta inversores, sean sociedades o personas físicas, ya que permite desgravar hasta un 80% con el limite de la obligación fiscal. Aportan una financiación media del 60% en las películas de bajo o medio presupuesto y del 50% en las de alto presupuesto. Esta Ley ha sido modificada en 1997, la Financial Bill, ahora sección 481, y por las disposiciones de 2008, 2009 y 2015. La desgravación actual es del 32% sobre el 80% del presupuesto con un límite de 70 millones de euros. De esta forma se ha podido desarrollar el cine irlandés, que  ha aumentado su producción, 32 largometrajes en 2014, lo que no está nada mal en un país de 4 600 000 habitantes. Anteriormente su producción oscilaba entre 1 y 5 al año, La finalidad de estas desgravaciones es la creación de empleo, el desarrollo del interés de los inversores y la producción de películas de calidad, que sean aceptadas por el público. Las televisiones públicas, RTE y Network 2 colaboran emitiendo las películas y produciendo un gran número de programas irlandeses´




   Jim Sheridan  es uno se los directores del  cine irlandés más conocido internacionalmente gracias a películas sobre temas del IRA, protagonizadas por Daniel Day-Lewis, como En el nombre del padre (1993) o The boxer    (1997).
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVUXTYmIx8c31Q7g3YoQX3Wpb72LQmaa5GpYz1OVTpSJ2FGR6ByZUUGY_u0BSsu6KrVfZ9DNj5zWFiKlVMhO0tL84R27jRA-cYNKy12EnWmPwBwhBHoHFbpDWV0qant4BWsIPOMoCVvus/s200/Gavin-Friday-The-Boxer.jpgSheridan ha tratado diversos temas, el rural en El prado (1990) o la emigración en la película En América (2002). Otro destacado director irlandés, Neil Jordan, refleja la vida del revolucionario Collins y los conflictos en Irlanda para obtener la independencia en Michael Collins (1996), que oobtuvo el León de Oro en el Festival de Venecia.

           
J
   Las ventajas fiscales facilitan las coproducciones en las que directores de otros países captan perfectamente la realidad irlandesa. Así  el inglés Steve Mc Queen en Hunger (2008) describe la huelga de hambre en 1981 en Maze Prison, una prisión de máxima seguridad para presos del IRA.  Ken Loach, también ingles, en El viento que agita la cebada (2006) da una visión desde el punto de vista irlandés de la guerra de los patriotas irlandeses frente al ejército inglés en 1919-1920. Y John Huston en Dublineses (1987). adaptación de la novela de James Joyce revela los sentimientos irlandeses. El escocés Peter Mullan muestra uno de los períodos oscuros de Irlanda en  Las hermanas de la Magdalena (2002), sobre este asilo de monjas que acogían a madres solteras, mujeres violadas y prostitutas. El norteamericano John Sayles muestra la naturaleza y la vida campestre en El secreto de las focas (1994). 








      Dos películas muy representativas son El secreto del libro de Kells (2009), que revela la alta calidad de la animación en este relato dirigido por Tomm Moore  y Nora Twomey, que transcurre en el siglo IX, cuando los monjes iluminaban este libro en la Abadía de Kells. Y The commintments (1991), coproducción de Irlanda con Reino Unido y EEUU, dirigida por el norteamericano Alan Parker, basada en la novela del escritor irlandés Roddy Doyle,  un musical trepidante que capta la vida de un barrio proletario del norte de Dublín en el que se forma una banda de rock que interpreta música soul a cargo de la banda The Corrs.







    El interés por las desgravaciones atrae también el rodaje de películas extranjeras, ente ellas The reing of fire (2002) de Rob Bowman un curioso entretenimiento de aventuras y ciencia ficción o El Rey Arturo. La verdadera historia que inspiró un mito (2004), una visión nueva e inventada, narrada de manera  espectacular del mítico Rey Arturo.



domingo, 2 de agosto de 2015




      EL MITO DEL PRODUCTOR ARTESANO

       Financiación del cine
CIFESA 1956



     Existe la opinión extendida de que los pequeños productores con pocos recursos económicos son los que producen las obras de calidad. Es una idea equivocada. Un buen productor necesita talento para seleccionar y llevar adelante un proyecto y a la vez precisa disponer de capital suficiente. La producción requiere cantidades elevadas de capital, que se gastan con rapidez entre el inicio del rodaje y la primera copia. A lo largo de los años hemos visto que en el cine norteamericano, los  grandes estudios y grupos multimedia no han dejado de producir con calidad notables películas. En Francia Gaumont o UGC han producido un cine de calidad, y en España ha ocurrido  lo mismo con Benito Perojo, CIFESA o Suevia Films. Una noción básica es que el  capital es absolutamente necesario. ¿Qué ocurre cuando no se  tiene? Es necesario el crédito, el coproductor financiero o los inversores.  ¿Cual es la diferencia entre Francia y España? Que en Francia existen unos mecanismos de financiación perfectamente desarrollados para dotar de capital a los productores independientes.





      En  Francia, desde sus Gobiernos a los ciudadanos, consideran al cine una industria y en este país es una industria consolidada y hubiera sido una de las industrias de mayor potencia si hubiese triunfado en su intento de implantarse en EEUU. Leon Gaumont, que intentó esta aventura, explica su fracaso por el carácter tan competitivo del mercado norteamericano. El secreto francés es haber sabido crear en Francia una red de financiación del cine y del audiovisual, aparte de ser el Fondo de Protección francés  muy superior al español. La clave de la financiación son las sociedades financieras especializadas, creadas por profesionales con vocación cinematográfica y financiera en los años 50 Son aprobadas por el Banco de Francia y  están reconocidas por el CNC. y su única finalidad  es facilitar créditos a la producción cinematográfica y audiovisual. Son el instrumento clave para la financiación. El otro factor decisivo es el Instituto para la Financiación del Cine y las Industrias Culturales (IFCIC), creado en 1983 por impulso del Ministerio de Cultura para avalar los créditos necesarios para estas actividades. 









       Las sociedades financieras especializadas  facilitan créditos al 70% de la producción cinematográfica, que comprende la totalidad de la producción independiente, y financia también al 50% de la producción para televisión. Sus créditos tienen la contra garantía del IFCIC. Estas Sociedades participan en diversas actividades de este sector por lo que tienen un conocimiento profundo de los montajes financieros más convenientes y están en condiciones de aportar a sus clientes, si lo necesitan, un coproductor, distribución, compra de derechos y la participación de una SOFICA, ya que muchas de las SOFICA las gestionan estas Sociedades. Sus comités de expertos tienen mucho prestigio y funcionan de acuerdo con los comités de análisis del IFCIC. Todas las películas en que intervienen tienen el seguro de buen fin. Sus créditos por término medio cuestan un punto y medio más alto que el interés básico de los bancos, pero a los productores les compensan sus consejos y que les  resuelvan todo el montaje financiero.Las sociedades financieras especializadas más importantes son COFICINE, COFILOISIRS y SODETE-UFCA.  Los grandes grupos de producción se financian normalmente con  créditos de los bancos.


Solas (1999)

              La producción cinematográfica española, es sabido, que está en permanente crisis financiera, aunque algunos productores han hecho buenos negocios. La intervención del Estado sigue siendo necesaria, sin llegar a ser omnipresente. ¿ Cómo potenciar los mecanismos financieros existentes? Los créditos concedidos por el ICO, y bonificados por el ICAA, funcionan bien, el problema son las garantías. Normalmente se avalan con los derechos de antena de la película en proyecto, ya que son pocos lo productores que conservan derechos sobre los negativos anteriores. El ICO a falta de derechos de antena prefiere como aval los bienes inmuebles. Hay dos posibles soluciones: la primera  sería que la Sociedad de Garantía Recíproca Audiovisual Aval SGR, creada por EGEDA y el ICAA, amplíe su capital con una aportación del ICAA, que le permita avalar a toda la producción independiente, o que el ICO sepa valorar los activos de los productores y además que acepte la propia película en proyecto como garantía cuando cuenta con un seguro de buen fin, como ya reconocía el Decreto de 13, diciembre de 1970, que creaba la hipoteca mobiliaria de películas. En segundo lugar que las Agrupaciones de Interés Económico   (AEI) deberían funcionar como las SOFICA, en relación a sus facilidades para captar inversores y conceder una desgravación superior, que permitiría a los productores contar con inversores privados. La facilidad para el crédito es un medio de fortalecer a los productores pequeños y medios y favorecer su evolución a un mercado competitivo .



      Estos productores pequeños o medios utilizan las ayudas sobre proyecto para aumentar su tesorería con las subvenciones anticipadas, que son préstamos sin interés, aunque nunca se han  devuelto. Las películas hasta ahora podían optar a las ayudas a la amortización, que han dado buenos resultados en el cine español, como en el francés o alemán. La difícil situación económica ha impulsado su desaparición y su sustitución por subvenciones anticipadas. Como esta situación económica se prolongará unos años y las subvenciones anticipadas como sistema general cuentan con pésimos resultados en países que aspiren a producir más de cien películas, muchas de ellas competitivas y con un presupuesto elevado, la solución es aumentar las desgravaciones, sustituyendo a las ayudas a la amortización. Este sistema ha dado buenos resultados el EEUU, Canadá, Australia o Irlanda. Son decisiones pragmáticas de los buenos economistas que tendrían magníficos resultados en nuestro cine, necesitado de unos estímulos renovadores..