RIESGOS EN LA PRODUCCIÓN DE PELÍCULAS
Problemas en La guerra de las galaxias, Cleopatra, Apocalipsis now, The man who killed Don Quixote y El ladrón de Bagdad
Garantía o seguro de buen fin. Iberoamerican Film Bond
La guerra de las galaxias |
Los riesgos en la producción cinematográfica son numerosos. Abundan las anécdotas sobre las interrupciones de los rodajes en exteriores causadas por las inclemencias meteorológicas. Un temporal con fuertes luvias se desató en el desierto Matmata (Túnez), lugar donde se estaba rodando La Guerra de las Galaxias. Unas lluvias torrenciales e imprevistas, ya que hacía cincuenta años que no llovía, obligaron al equipo a suspender el rodaje y buscar rápidamente refugio.
El prmer riesgo es no tener claramente cedidos los derechos por el autor o autores del guión y, en caso de que parta el guión de una obra preexistente como novela u obra de teatro, de los propietarios de los derechos de la misma. Se trata de evitar conflictos entre los puntos de vista de los creadores y las necesidades industriales del productor, que pongan en peligro la realización y la libre explotación. Por iguales razones los contratos con los otros autores, el director y el compositor o con los propietarios de los derechos musicales, deben garantizar la pacifica producción y explotación de la película o serie de televisión.
Superada la fase de desarrollo del proyecto, los mayores riesgos van a aparecer durante el rodaje, un periodo intenso y, a veces. demasiado extenso. Estos riesgos pueden provocar un retraso en el final del rodaje y en la entrega de la película y, además, que el productor se quede sin recursos económicos para dar fin al rodaje o a la postproducción. Los retrasos pueden llevar a los financieros o a los que hubieran adquirido derechos sobre la película a renegociarlos e incluso a romper el contrato. Los riesgos más frecuentes en el rodaje suelen ser: fallos de cámaras o del material de filmación o grabación, errores en los laboratorios, accidentes o enfermedades de miembros del equipo artístico o técnico insustituibles, desperfectos del decorado, vestuario o atrezzo, gastos imprevistos e incluso en determinados rodajes los accidentes aéreos.
El mejor ejemplo del conjunto de riesgos de un rodaje es Cleopatra, desde la enfermedad de Elizabeth Taylos, hasta el aumento exagerado de su vestuario, 65 vestidos. La tremenda superación del presupuesto estuvo a punto de arruinar a la productora, 20th Century Fox, pese a ser la película de mayor recaudación del año de su estreno, 1963.
Los grandes estudios de cine de Hollywood no suelen suscribir seguros de buen fin, ellos garantizan sus producciones y les gusta tener directamente el control creativo de las mismas. En cambio los productores independientes deben suscribir no solo los seguros básicos para resolver y evitar los perjuicios económicos y morales. de los riesgos, sino que contratan una garantía o seguro de buen fin, modalidad contractual específica de la producción de películas y series. Los seguros básicos son contratos con las compañías aseguradoras para evitar pérdidas económicas o materiales y cubrir su responsabilidad civil, adaptados a las peculiaridades de la producción cinematográfica, a los que complementa el seguro o garantía de buen fin. Se suscriben seguros personales ante las posibles enfermedades o accidentes, más frecuentes de lo que pensamos. También se aseguran los inmuebles en los que se rueda y si se rueda o graba en estudio debe hacerse un suplemento a la póliza que tenga el estudio, normalmente contra daños de incendios, inundaciones, etc. Un tercer grupo de seguros es el de los bienes muebles, joyas, cuadros, etc., que se tengan en depósito, las cámaras y material de rodaje. Y finalmente se aseguran frente a los problemas y reclamaciones legales de terceros o de los propios autores. Muchos productores independientes europeos son partidarios de invertir el dinero sólo en lo que el espectador va a ver en la pantalla, aunque aumenta el hábito de rodar suscribiendo estos seguros y el de buen fin, imprescindible en en EEUU y en el Reino Unido y que, poco a poco ,se va abriendo camino en la Europa continental y en las cinematografías asiáticas.
Hay riesgos que cubren los seguros básicos y otros no, por eso es importante la garantía de buen fin. Francis Ford Coppola encontró demasiados imprevistos en el rodaje de Apocalipsis now, que tuvo lugar en Filipinas. Sobre algunos podía tener seguro, como la enfermedad de Martin Sheen, pero en otros casos no, como la retirada caprichosa de las avionetas para el rodaje facilitadas por el dictador Ferdinad Marcos, y que de vez en cuando le apetecía utilizarlas, parando el rodaje, o el carácter conflictivo de Marlon Brando en aquella época. Sin un adecuado seguro de buen fin, para acabar la película, Coppola tuvo que hipotecar todos sus bienes.
En Europa el amento de fuentes financieras del productor, inversores en busca ee deducciones. coproductores financieros y reales, bancos y distintas entidades financieras, distribuidores nacionales e internacionales mediante preventas, obliga a que sus contratos de financiación o precompra tengan la garantía de que la película se va a producir dentro de su presupuesto y en el plazo establecido. También los Institutos de cine que aportan fondos anticipadamente requieren esa misma garantía de buen fin, así se exige en el "avance sur recettes" del CNC francés y debería exigirse en todas las subvenciones sobre proyecto, ya que se trata de dinero público. Estas son las razones de la creación y crecimiento de las empresas de garantía de buen fin, llamadas en EEUU completion bond guarantee.
Las empresas de garantía establecen el contrato con los productores, no con los inversores. Lo primero que necesitan es disponer del guión, con los derechos cedidos por los autores, el presupuesto y el plan de trabajo. Si lo consideran razonable establecen un protocolo de intenciones e irán completando la información, el director, que suele conocerse desde el principio, principales miembros de los equipos artístico y técnico y los acuerdos de financiación. Si se llega a un acuerdo se firma el contrato de garantía de buen fin.
El garante deberá recibir los partes diarios de rodaje, podrá nombrar supervisores, aprobar o vetar aquellos cambios que alteren el presupuesto, o sea controlar la gestión. Su intervención permite a los inversores considerar el proyecto como un riesgo asumible. En caso de que el productor se quedase sin fondos pueden hacerse cargo de los costes pendientes e incluso reembolsar a los inversores. Por la garantía de buen fin estas empresas comenzaron cobrando entre un 5 y un 6%, abonándose la mitad al inicio y la otra mitad al finalizar la película y, en muchos contratos, si no han hecho aportaciones al presupuesto no cobran la mitad correspondiente al final. En EEUU, que hay mucha competencia de empresas garantes, sus derechos, el completion bond fee, pueden bajar al 2 o al 1,5%, y depende también de que el mismo productor contrate la garantía para una o varias películas e incluso si hace aportaciones notables puede negociar un porcentaje de los ingresos de la película.
Hay algunos casos en que la empresa de garantía de buen fin debe terminar la película, como le ocurrió a Film Finances , una de las más importantes , con The man who killedf Don Quixote, cuando Terry Gilliam se quedo sin dinero en pleno rodaje en La Mancha. O en el empeño de Ritchard Williams, el excelente creador de animación canadiense, con su película El ladrón de Bagdad.Williams trató de acabar la película durante 28 años, dándole tiempo a realizar otros notables trabajos en el intermedio, incorporando a majors, como Warner que abandonó al no cumplirse el plan de trabajo. La película fue terminada por otro productor que necesitó una garantía de buen fin para que los bancos le facilitasen los préstamos necesarios.
La complejidad actual de la financiación ha hecho que también los productores españoles necesiten contar con garantías de buen fin. En España se ha fundado Iberoamerican Film Bond, filial de European Film Bond. Iberoamerican Film Bond presta sus servicios a productores españoles e iberoamericanos. La primera película que han garantizado ha sidoSegundo origen del director Carles Porta.
Es de esperar que el ICAA, que inaugurará una etapa de ayudas anticipadas a las películas incluya entre los requisitos la garantía de buen fin, lo que asegurará que los proyectos subvencionados se produzcan y tengan una correcta financiación.