EL FUTURO DEL CINE EUROPEO
Cómo distribuir el cine europeo
Un Fondo de Garantía para la distribución
Viva |
Veremos tres atractivas películas europeas, seleccionadas para los Oscar a la mejor película de 2015 extranjera, seguramente en salas minoritarias o por las televisiones. Todas tienen temas diversos que interesan a sus países productores. Social y con pensamiento actual la fábula belga que presenta a Dios viviendo en Bruselas como un ciudadano, en Le Nouveau Testament (2015) dirigida por Janco Van Dornael; el comportamiento de los soldados daneses en Afganistán y los refugiados afganos en A war (Krgen, 2015) de Tobias Lindholm, y la irlandesa Viva (2015) de Paddy Brethmach, que muestra el interés irlandés por lo hispánico al estar rodada en Cuba, hablada en español, sobre la problemática de un joven cubano y su familia.
Rams (El valle de los carneros) |
Se insiste en la importancia del cine europeo, como vertebrador de la unidad de la Unión Europea y gran impulsor de una auténtica y original cultura cinematográfica europea. La cifra de la población de la UE alcanza ya 508 000 000 de habitantes y podría dar lugar a un gran mercado cinematográfico para una industria de cine europeo. La realidad es que las películas producidas en cada uno de los países miembros no circulan por el resto de Estados, se ven prácticamente solo en su país de origen, sus características son nacionales, por eso hay que hablar de cinematografías europeas, cada una con sus rasgos especificos, el cine europeo es un concepto, que define el conjunto de los cines europeos. Esto no es un obstáculo para que circulasen por Europa. Como excusa para esta falta de circulación se aduce que nuestros países tienen idiomas distintos, a diferencia de lo que ocurre en EEUU, cuyo único idioma es el inglés. Una excusa no válida porque lo que vertebra cinematográficamente a la Europa son las películas norteamericanas, que arrasan las taquillas en todos los Estados de la UE. ¿No les afecta el que tengamos distintos idiomas? No, porque tienen las mismas distribuidoras en cada uno de los países y doblan o subtitulan sus películas en el idioma de cada país. Ya que producimos muchas películas interesantes debemos crear un espacio cinematográfico europeo para ellas.
No se trata de producir películas artificialmenente europeas, sino de potenciar las nacionales, aunque uno de los medios es la coproducción, pero preferiblemente financiera que amplía la financiación de los productores independientes, así como sus posibilidades de distribución y promoción. Las coproducciones pueden ser realess solo cuando el guión lo permite. El DL de 4 diciembre, 2015, incluye la regulación de las coproducciones y admite las participaciones financieras de productores de varios países. Aún conserva la limitación de que la participación financiera sea entre el 10 y el 25% del presupuesto y que cuando sea entre productores de dos país, deben ser bilateralmente equilibradas las particpaciones de los productores financieros. La Comisión Europea, a nivel europeo, debe ampliar estas limitaciones para las coproducciones europeas.
Casi todas las películas europeas las producen productoras, que son pequeñas o medianas empresas independientes. La independencia se trata de regular en legislaciones nacionales, pero el auge de las concentraciones de las televisiones imposibilita la independencia de las productoras, por lo que convendría que a nivel europeo existiese una definición más clara y precisa, por ejemplo en la Directiva "Televisión sin fronteras," de los requisitos necesarios para ser considerado productor independiente.
No se trata de producir películas artificialmenente europeas, sino de potenciar las nacionales, aunque uno de los medios es la coproducción, pero preferiblemente financiera que amplía la financiación de los productores independientes, así como sus posibilidades de distribución y promoción. Las coproducciones pueden ser realess solo cuando el guión lo permite. El DL de 4 diciembre, 2015, incluye la regulación de las coproducciones y admite las participaciones financieras de productores de varios países. Aún conserva la limitación de que la participación financiera sea entre el 10 y el 25% del presupuesto y que cuando sea entre productores de dos país, deben ser bilateralmente equilibradas las particpaciones de los productores financieros. La Comisión Europea, a nivel europeo, debe ampliar estas limitaciones para las coproducciones europeas.
La conspiración del silencio |
Casi todas las películas europeas las producen productoras, que son pequeñas o medianas empresas independientes. La independencia se trata de regular en legislaciones nacionales, pero el auge de las concentraciones de las televisiones imposibilita la independencia de las productoras, por lo que convendría que a nivel europeo existiese una definición más clara y precisa, por ejemplo en la Directiva "Televisión sin fronteras," de los requisitos necesarios para ser considerado productor independiente.
Normalmente las películas se proyectan en las salas y televisiones de los países que las producen. Hay excepciones, generalmente las producciones inglesas (Slondog millionaire, 2006 o Harry Potter, 2001-2011) y algunas otras, como las francesas Pequeñas mentiras sin importancia (2010) o Intocable (2011) 0 la italiana La gran belleza (2012). La mayoría de las que se han distribuido en otros países europeos, algunas, bien acogidas en Festivales Internacionales de Cine, suelen ser exhibidas en salas solo subtituladas, entre ellas se encuentran la película islandesa Rams (El valle de los carneros 2006), premiada en Un certain regard del Festival de Cannes, dirigida por Grimur Hákonarson; dos hermanos enfrentados que se unen para salvar un rebaño de carneros o la de reciente estreno, la coproducción de Francia con Turquía y Alemania, Mustang (2015), también preseleccionada para el Oscar a mejor película extranjera, dirigida por Deniz Gamze, en la que cinco hermanas se enfrentan a odiosas tradiciones,. Muchas, aunque se estrenen en salas, subtituladas, alcanzan una menor repercusión, pese a su calidad, como la sueca Corre, duerme, muere (2012), dirigida por Gabriela Pichler y protagonizada por una joven enérgica que hace frente a la crisis de empleo; la portuguesa Sangre de mi sangre (2012) de Joao Canijo, sobre una madre soltera con dos hijos en Lisboa, o la española, La herida (2013) de Fernando Franco, con el tema de la doble personalidad de la protagonista. Las películas alemanas tienen el mismo presupuesto medio que las inglesas, pero su éxito es más limitado, como La conspiración del silencio (2014) de Giullio Ricciarelli, en la que un joven fiscal trata de investigar la trama que ampara un pasado nazi. Los ingleses esperan continuar la buena aceptación de sus películas con War on everyone (2016) del director Alexander Scargane, sobre dos policías corruptos en Nuevo México.
No contaremos nunca con una presencia destacable de nuestros cines fuera de las fronteras del país productor, a no ser que se resuelvan los problemas de la distribución y promoción, cuya solución no es difícil, aunque es costosa y no puede conseguirse a corto término. El Programa MEDIA en la UE ha dado los primeros pasos al establecer unas ayudas selectivas a la distribución y unas ayudas automáticas a los distribuidores en proporción a los ingresos de taquilla de las películas en otros países europeos que las distribuyan y unas ayudas a los exportadores. Es acertado promover una colaboración entre distribuidores de distintos países y se debería primar los planes de distribución de películas en producción, Las ayudas a distribución en salas se han ido ampliando para su acceso a televisión e Internet. Esta preocupación del Programa MEDIA se inició con una UE de 15 Estados, ahora somos 28 y si ya entonces el presupuesto era bajo, en la actualidad debe incrementarse sustancialmente. Los derechos de distribución de las grandes películas tienen costes elevados y para ayudar a los distribuidores a que inviertan, si es posible cuando se inicia la producción, habría que aprobar de una vez, ya que está planteado desde 1995, un Fondo de Garantía para la distribución con préstamos a medio y largo plazo y también para operaciones a corto plazo, sino las películas europeas más taquilleras seguirán siendo distribuidas por filiales de las majors. Los Estados, como España disponen ayudas a la distribución de películas europeas, y el Orden 18, diciembre, 2015 las mantiene para la distribución de largometrajes y cortometrajes españoles, comunitarios e iberoamericanos en salas y también en soporte videográfico e Internet. En el campo de la promoción existen ayudas para la participación en mercados o ferias internacionales, tanto en el Programa MEDIA. como a nivel español.
Los distribuidores necesitan salas de cine donde estrenar y Europa Cinemas, creada por el CNC francés y el Programa MEDIA, ha comprendido esta necesidad y concede ayudas a aquellos exhibidores, que por contrato se comprometen a que la mitad de sus exhibiciones sean películas europeas, de las que el 50% deben ser no nacionales y se comprometen también a acciones de promoción. Europa Cinemas se ha convertido en un sello de garantía para las salas que forman parte de esta red.. No estaría mal recuperar estas mismas ayudas a las salas que proyecten películas europeas de otros países, que dieron buenos resultados en España y podrian ampliarse a los Cine Clubs o Círculos de cine, actividad a recuperar. ya que el cine europeo suele proyectare en versión original con subtítulos y estas salas existen en muy pocas provincias y los emergentes Cine Clubs y pequeños Festivales suplen este vacío.
En el cine es clave la promoción y para su eficacia requiere unos presupuestos muy elevados. En este punto habría que considerar la colaboración de las televisiones y entre sus obligaciones de emisiones de obras europeas incluir a nivel europeo claramenente las obras cinematográficas, a las que deberían comprometerse a promocionar adecuadamente para hacer visible ante los ciudadanos la existencia y la importancia de las cinematografías de los distintos países europeos.