SERIES CON AUDIENCIA
Lucifer, The walking dead y El infiltrado
Una de las series más esperadas es Lucifer, junto a Legends of tomorrow. Ya ha sido pirateada, como ha ocurrido incluso antes de su emisión con algunos episodios de la quinta temporada de Juego de tronos o de Supergirl. Ha sido producida por Warner y emitida por Fox, que también lo hará en España. El piloto de Lucifer se emitió en julio de 2015 y la emisión de los primeros doce episodios se inició el 25 de enero de este año. Está basada en The Sandman, un comic escrito por Neil Gaiman e ilustrado por varios dibujantes con estilos adaptados a los fascículos que se publicaron con gran éxito entre 1989 y 1996. Tom Kapiros es el creador de la serie, que ha alcanzado un anterior éxito con la serie Californication (2007-2014), protagonizada por un escritor en crisis de vida disipada que intenta conciliar con su trabajo y familia. En Lucifer el protagonista es el actor galés Tom Ellis, bien conocido por series británicas y últimamente, como invitado en series norteamericanas. Lucifer, el Príncipe de los Infiernos, aburrido y desdichado, decide dejar su reino al cuidado de otros dos ángeles caídos y trasladarse a Los Ángeles, atraído por su ambiente fascinante y pervertido. Lucifer es dueño de un night club y se desenvuelve en un ambiente elegante y sensual, donde decide asesorar a la policía. Entre sus amigas está la detective de la policía Chloe (Lauren German) que recurre a Lucifer para que le ayude a resolver el caso de una estrella que ha aparecido asesinada flotando en la piscina. A resolver los problemas de la compleja personalidad de Lucifer le ayuda una psicóloga, que es otra de sus bellas amigas. El tono de misterio y thriller tiene siempre un toque humorístico y quizás otros puedan considerarla como una serie policíaca, pero su desarrollo no ha colmado las expectativas.
Lucifer |
Las asociaciones de espectadores, principalmente la de los católicos, desaconsejan la serie. Les parece que Lucifer con su actuación contra el crimen es una forma de redimirle y hacer un héroe de Satán. También se ocupan de la serie en las redes sociales los espectadores de ideas vanguardistas que defienden que Dios encargó a Lucifer la misión de ocuparse de las almas condenadas y que el poder de Dios puede redimir cualquier pecado,incluido el de soberbia. Los polemistas en favor de la fe tradicional parecen estar muy dudosos sobre las palabras de Juan Pablo II en las que afirmaba que el infierno no existe, sino que es el estado de los que se han separado de Dios, y creen que Benedicto XVI lo recuperó y también discuten la interpretación de la Biblia sobre este tema. Realmente estas críticas están muy lejos del sentido de entretenimiento de la serie, que posee una estética moderna, una realización brillante en espléndidos escenarios naturales de Los Ángeles y en ambientes elegantes, en los episodios emitidos hasta ahora y resulta lograda la unión de fantasía y comicidad.
El primer episodio de la sexta temporada de The walking dead (AMC, 2010-presente) ha sido visto en EEUU por trece millones de telespectadores, un amiento notable respecto a su presentación, en la primera temporada, que tuvo cinco millones y ha dado ya lugar a un spin-off, Fear the walking dead. Esta serie ultragore se ha convertido en un fenómeno de la cultura pop. Su guionista principal Frank Darebont, especialista del género y la productora ejecutiva principal Gale Anne Hurd, conocida por Terminator y Alliens, impulsaron la serie basada en el comic original de Robert Kirkman aparecido en 2003. Tras la epidemia que redujo la población y convirtió a una gran parte de la misma en zombis, muertos vivientes, que llaman "caminantes", en las temporadas siguientes hemos asistido a la huida de un grupo de hombres y mujeres liderados por un antiguo oficial de policía Rick (Andrew Lincoln), refugiándose en distintos lugares, primero a través de Atlanta, luego en una antigua prisión, en un lugar seguro Terminus y finalmente en Alexandra, donde les espera una nueva amenaza con la que comienza la sexta temporada. Como en todos los relatos post-apocalipsis hay un análisis de la sociedad, darwinismo, lucha por la supervivencia, pérdida de los valores morales, junto a un intento de recuperar el "paraíso perdido", lo que resulta imposible. Los valores de la conciencia humana han quedado borrados y para el grupo humano son más peligrosos los otros humanos, que los propios zombis, convertidos en espectadores de esas luchas humanas. La puesta en escena y las imágenes crean perfectamente el ambiente de un mundo tras la apocalipsis, en el que impresiona el silencio, ya que solo se oyen los ruidos de la naturaleza y los que producen los zombis. Hay violencia y desprende la idea de que para sobrevivir en esa situación hay que convertirse en una bestia y que los ensayos de construir una sociedad resultan totalitarios. Sus fans, a los que muchos comentaristas denominan geeks por el gusto por estas realizaciones marcadas por la tecnología y los efectos, continúan aumentando en todo el mundo, dando lugar a comentarios que arrancan en Descartes sobre si el ser se compone de cuerpo y mente y si los valores mentales pueden perderse, como parece ocurrir en la serie.
Dos años y medio han transcurrido desde el final de Doctor House y la personalidad de su protagonista sigue identificando a Hugh Laurie. Pensó retirarse y dedicarse a su familia y a su carrera musical, presentando su segundo álbum, Didn´t it rain, homenaje al sonido de Nueva Orleans, pero decidió aceptar un papel de traficante malvado en El infiltrado (The night manager), una colaboración de BBC y AMC (2016). Su imagen arrogante y excéntrica se conserva, así como su complejidad sicológica. Realmente todos los personajes de la serie forman un cuadro sicológico complejo, como se comentó en la presentación de la serie en la Berlinale. A la directora de la serie, Susanne Blier (ganadora con Un mundo mejor del Globo de Oro y el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, ya que es danesa), le pareció un cumplido y añadió que era un reto adaptar en el cine una novela de John Le Carré, del mismo título. Es una serie de espionaje con atractiva realización, rodada en Londres, Mallorca, Marruecos y Suiza. Tom Hiddleston, que alcanzó fama con el personaje Loki en Thor de Marvel, es el director de noche del hotel de lujo en Zurich, antiguo agente secreto británico al que le piden que se infiltre en la organización del traficante de armas (Hugh Laurie), "el hombre más malo del mundo", según Le Carré. Serie alejada de James Bond, aunque tiene también un brillante look y una trama intrigante, pero en la que importa la conducta y las razones de los distintos personajes, y el respeto a la verosimilitud. El mundo del espionaje que describe Le Carré sigue manteniendo su originalidad, como recientemente vimos en El topo.
Dos años y medio han transcurrido desde el final de Doctor House y la personalidad de su protagonista sigue identificando a Hugh Laurie. Pensó retirarse y dedicarse a su familia y a su carrera musical, presentando su segundo álbum, Didn´t it rain, homenaje al sonido de Nueva Orleans, pero decidió aceptar un papel de traficante malvado en El infiltrado (The night manager), una colaboración de BBC y AMC (2016). Su imagen arrogante y excéntrica se conserva, así como su complejidad sicológica. Realmente todos los personajes de la serie forman un cuadro sicológico complejo, como se comentó en la presentación de la serie en la Berlinale. A la directora de la serie, Susanne Blier (ganadora con Un mundo mejor del Globo de Oro y el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, ya que es danesa), le pareció un cumplido y añadió que era un reto adaptar en el cine una novela de John Le Carré, del mismo título. Es una serie de espionaje con atractiva realización, rodada en Londres, Mallorca, Marruecos y Suiza. Tom Hiddleston, que alcanzó fama con el personaje Loki en Thor de Marvel, es el director de noche del hotel de lujo en Zurich, antiguo agente secreto británico al que le piden que se infiltre en la organización del traficante de armas (Hugh Laurie), "el hombre más malo del mundo", según Le Carré. Serie alejada de James Bond, aunque tiene también un brillante look y una trama intrigante, pero en la que importa la conducta y las razones de los distintos personajes, y el respeto a la verosimilitud. El mundo del espionaje que describe Le Carré sigue manteniendo su originalidad, como recientemente vimos en El topo.