TEATRO EN DIRECTO
Éxito´del teatro televisado en Francia
Nuevos medios técnicos y mucha preparación
Les fausses confidences |
La emisión de buenas obras de teatro emocionó e interesó a la
audiencia. Disfrutaba igual que si asistiera a una función en un teatro, con
los sentimientos que los actores
transmiten, cuando era en directo. La transmisión o la grabación en directo
permiten la comunicación de los actores con la audiencia. Diariamente vemos el
interés de la retransmisión de los deportes en directo. Si se graba por bloques, se conserva la ilusión de la repredentación en vivo, aunque hoy se habían perdido estos conocimientos del teatro directo en televisión y
este había desaparecido de todas las televisiones generalistas. Las televisiones y los realizadores franceses han recuperado brillantemente el teatro en directo para la televisión. La clave está en los medios técnicos actuales, cámaras digitales, muchas de ellas con control remoto, drones, micrófonos HS y la preparación. Dos o tres semanas duran los preparativos en los que el realizador conversa con el director de la obra teatral, graba una o dos reprsentaciones, estudia los movimientos de cámara, la plantificación, las frases y momentos que quiere resallar y finalmente de graba, lo más frecuente, o se emite en directo. El realizador edita las grabaciones para obtener el ritmo que desea. Los Festivales de teatro en Francia transcurren durante dos meses, desde Avignon a Aix en Provence. Precisamente en Avignon, France TV grabó la versión de Olivier Py de El rey Lear de Shakespeare con su visión de las razones del rey para abdicar y elegir entre sus hijas, ofreciendo una nueva visión del ambiente de la época. Hay otra forma de grabación, más próxima al cne, como hizo Luc Bondy en Les falses confidences. Construyó varios decorados en distintos espacios del Théatre de l´Odeon, acortó el texto y buscó la sensación de realidad. El mismo Bondy reconoce que es una obra distinta de la teatral. En todos los casos es una fusión de teatro, cine y televisión.
En el directo no hay posibilidad de enmendar errores, por lo que la preparación y producción son labor del realizador, que debe contar con un equipo de buenos profesionales. El directo es fundamental, y sigue vivo, en la emisión de tearo, como se ha comprobado por France 2, seguida por el resto de cadenas de televisión francesas, que han vuelto a popularizar entre la audiencia la retransmisión en directo de obras en cartel en los teatros, alcanzando el mayor éxito France 2 con Je préfère qu´on reste amis, una obra entre teatro de boulevard y comedia romántica escrita por Laurent Ruquier, ue tiene el record de público con 4.800.000 telespectadores o en TF 1, Cher trésor dirigida por Francis Veber, con Gerard Jugnot, protagonista de esta obra de humor que se acerca al absurdo, que tuvo 4 100 000 de telestpectadores y también en TF1, Hibernatus , la historia del hombre congelado encontrado milagrosamente vivo en el Polo Norte, protagonizada por una de sus populares estrellas, Jean Luc Reichmann, visto por una audiencia de 4 800 000 telespectadores. TVE en el Paseo de la Habana emitía Primera fila, en directo, con obras dramáticas y con un notable éxito. Pedro Amalio López, uno de los grandes realizadores de dramáticos en TVE, opinaba que los Estudios 1 deberían ser siempre en directo. No hay mayor riesgo al representar la función en el teatro que al retransmitir deporte. Un éxito de Pedro Amalio López fue Las brujas de Salem (1965) de Arthur Miller, emitida en directo. La emisión en directo conserva la frescura de la representación y su emoción. A finales de los años 60 aparecen las cintas de vídeo de una pulgada y son ya más perfectos los magnetoscopios, con lo que las obras se graban y pueden editarse de manera similar al montaje en el cine. Impulsó las producciones en vídeo, pero hizo más rara la magia del directo, hay que recuperarla con los medios y el modo de trabajo utilizado por los franceses.
Doce hombres sin piedad |
En la emisión de teatro ocupa lugar preferente, Estudio 1 de TVE. Gustavo Pérez Puig fue responsable de sugerir las obras y actores de este espacio y proponer los realizadores a los que mejor les iba cada obra. Pérez Puig recordaba, Elegíamos con el criterio de que las obras entretuviesen y divirtieran y al mismo tiempo que enriquecieran el bagaje cultural que poseía la audiencia. Pérez Puig dirigió una de las más emblemáticas, Doce hombres sin piedad (1973), un buen estudio de caracteres escrito por Reginald Rose. Hoy sería difícil reunir un grupo de actores tan sobresaliente: Pedro Osinaga, José Bódalo, Luis Prendes, Antonio Casal, Sancho Gracia, José María Rodero, Manuel Alexandre, Carlos Lemos, Ismael Merlo, Rafael Alonso, Fernando Delgado y Jesús Puente, presidente del Jurado. Hubo otros espacios teatrales en TVE de éxito. En Hora 11 de TVE es perfecta, Mi tío Jules (1970) de Guy de Maupassant, dirigida por Josefina Molina, directora que dio prestigio a este espacio. La casa del Juez (1969), obra de Bram Stoker, permitió a Josefina Molina jugar con el terror y el romanticismo. Por su parte Pilar Miró, también para Hora 11, destacó con la realización de Un cuento californiano (1970) de Bret Harte, recreación acertada del color local y sentimental de la obra de Harte.
Todas las televisiones europeas han tenido espacios dedicados al teatro. Guerra y paz (Granada TV, 1963) es un
hito de las grabaciones en estudio de una buena reducción de la obra de
Tolstoi con Kenneth Grifith como Napoleón. La BBC ha utilizado el formato de miniserie para una nueva versión este año de la novela de Tolstoi. La austeridad, a finales de los 60 y principios de los 70, en las grandes cadenas de televisión norteamericanas. por el descenso de publicidad, les orientó a producir por sí mismas obras de teatro en vez de invertir en guiones originales y además presumían de apoyar a la cultura, como PBS que estaba tenienido éxito con dramáticos ingleses. El presidente de ABC TV, James Goldenson,
deseaba el premio que ya tenían los presidentes de las otras dos grandes
cadenas de TV, el “Distinguished Service
Award”. Se le concedió y tuvo que
plantear una iniciativa generosa. Goldenson prometió que ABC TV se ocuparía del
teatro. Empezó dramatizando el relato El vino de mediodía de Katherine Anne
Porter, autora de la famosa El barco de
los locos, que se adaptó al cine en
1965, dirigida por Stanley Kramer. La aceptación notable de la audiencia
impulsó a CBS a emitir Muerte de un viajante de Arthur Miller dentro del programa Playhouse, interpretado por Lee J. Cobb y Mildred Dunnock dirigida por Alex Segal. La obra se había estrenado en Broadway en 1949 con la dirección de Elia Kazan, amigo personal del autor, Arthur Miller, y con actores que utilizó CBS, Lee J. Cobb, también amigo personal de Miller y Mildred Dunnock. Por su parte NBC, que contaba con un programa similar Prudential´s On Stage, produjo Otelo de Shakespeare. Los éxitos no duraron mucho, por la gran
incompetencia literaria de los altos ejecutivos que eligieron obras que no
interesaban, y los patrocinadores tampoco estaban entusiasmados. Playhouse solo tuvo uno, General Telephonic and Electronic, trasladándose el buen drama a las miniseries. Las adaptaiones de estas televisiones estaban muy influidas por las realizaciones cinematográficas. Ha habido que esperar a nuestro tiempo para que pueda recuperarse el teatro en Francia, algo que no han hecho otras televisiones, entre ellas las españolas.