MEJOR POLÍTICA DE AYUDAS AL CINE
Decálogo e Cybercine: El cine en la economía digital: reforma estructural, modelo de ayudas, fomento del empleo, marketing, Iberoamérica, propiedad intelectual, conservación
El cine español, como los cines europeos tiene calidad y debe responder a criterios artísticos y a la vez a principios industriales y de
rentabilidad. Puede ser una industria fuerte, aprovechando la nueva
oportunidad que ofrece la economía digital. En 2011 un grupo de profesionales, entre los que estaban Fernando Labrada, Presidente de Media Research, José Gabriel Jacoste, productor y Profesor de la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense, Porfirio Enríquez, director de fotografía, y del que formé parte,, creamos Cybercine para reflexionar sobre el cine como industria y concretamente sobre el cine español, español, con éxitos, como Mujeres al borde de un ataque de nervios de Almodóvar, ,Jamón, jamón de Bigas Luna, Los otros de Amenábar o Lo imposible de Bayona, que permiten pensar que puede desarrollarse una industria de cin en España. Nos parece imprescindible establecer un equilibrio entre cultura y economía, dos conceptos considerados antagónicos, pero que coinciden en el cine.
La situación en la actualidad d el cine español sigue siendo:
a).- UNA INDUSTRIA DE PRODUCCIÓN
DÉBIL Y FRAGMENTADA EN LA QUE EL EMPLEO
ES INSEGURO
B).- UNA COMPETITIVIDAD ESCASA EN
SU CONJUNTO Y EN CONSECUENCIA UNA
CUOTA DE MERCADO BAJA, QUE PUEDE CORREGIRSE COMO INDICAN LAS PELÍCULAS ESPAÑOLAS
DE GENERO
El juego “natural” del mercado
no es posible en materias de sanidad, educación o en sectores culturales, como
el cine, sobre todo en España, tras
décadas de políticas proteccionistas. Por lo que las medidas propuestas
pueden resumirse en diez puntos:
1.- El cambio digital obliga
a una reforma estructural de la
producción y un cambio de modelo en
distribución y exhibición. Inevitablemente hay que establecer un nuevo modelo
en la política de ayudas para conseguir que el cine sea una auténtica actividad
económica con empresas estables y
competitivas, garantizando la libertad indispensable para la creación.
2.-
Un nuevo
modelo de protección responderá a una estrategia de financiación. Las ayudas a la amortización automáticas, incluyendo una ayuda complementaria,
cumplieron su ciclo en 2004, ya que estaban pensadas para un tiempo limitado
con el fin de habituar a los productores a un sistema de ayudas automáticas. En
la actualidad el cine español tiene prestigio y puede llegar a un mercado
internacional, por lo que no necesita
ayudas a la amortización, sino a su financiación.
Las
medidas más eficaces para estos objetivos son las desgravaciones fiscales utilizadas
en EEUU, imitadas por otros Estados, y en el entorno europeo las ayudas más
eficaces son las que se conceden para
que el productor reinvierta en una nueva película, que son complementadas con
desgravaciones inferiores en este caso.
Teniendo en
cuenta la situación económica, la protección al cine en España debería optar
por un sistema de ayudas a la reinversión en nuevas producciones y un
desarrollo de las figuras de desgravación existentes, como sistema
complementario. En el futuro podría elegirse, como único ayudas al cine, un
buen sistema de desgravaciones.
En
cualquier caso es clave el modelo de transición para evitar un colapso del cine
español. Y mantener y distinguir las ayudas de formación a cortos, guión,
proyectos de decidido carácter cultural y a su difusión.
Igualmente hay que mantener y facilitar la política de créditos mediante
la potenciación de Fondos de Garantía
que den lugar a avales. Proseguir con criterios de independencia la política de
ayudas a proyectos, cortometrajes y guiones.
3.-
Fomentar el empleo: Una mejor financiación
facilita la actividad estable de las productoras y la producción de películas
de mayor envergadura, que aumentan el trabajo de todos los profesionales del
sector, y la actividad de los subsectores. Junto a la producción nacional, y
las coproducciones internacionales rodadas en España, debería haber incentivos
para atraer a la producción extranjera, como tienen numerosos países europeos, ya que aportan inversiones, crean empleo y
evitan al mismo tiempo forzar las normas de coproducción.
4.-
Cuota obligatoria
de pantalla: La cuota en las salas es para el cine europeo, por lo que ningún
Estado de la UE la ha establecido, considerando que el cine europeo ocuparía el
espacio del cine nacional. La cuota
obligatoria de pantalla debe desaparecer, ya que no beneficia al cine
español y resulta ser además de dudosa constitucionalidad.
5.- Relaciones cine y televisión. Hay que rediseñar la imprescindible
colaboración cine-televisión, potenciar el papel de las televisiones públicas y
promover un acuerdo productores-televisiones, acompañado de la creación de una
Mesa de dialogo, ya que desde el 2004 las medidas legislativas en la práctica
no garantizan el nivel deseado de producción independiente, ni satisfacen las
necesidades de las televisiones.
6.-
La
promoción, marketing y eliminación de barreras a la distribución es una de las
más claras acciones del Estado moderno por razones culturales y económicas. Es
una tarea difícil por sus resultados ambivalente. Un cine rentable requiere un
planteamiento internacional de gran parte
de las producciones y el Estado debe facilitar la promoción a nivel mundial.
7.-
Es clave la política cinematográfica con
Iberoamérica. España promovió en 1997 e impulsó el Programa IBERMEDIA, que
obtuvo buenos resultados aunque, en la
actualidad, España ha perdido protagonismo. Es un buen programa de colaboración
cultural, pero la falta de circulación de películas iberoamericanas en su
propia área hace preciso acciones a nivel de distribución-exhibición y el
fomento de plataformas en Internet.
8. La correcta comercialización que
garantice la continuidad de la producción y de la creación requiere el respeto
a los Derechos de la Propiedad Intelectual, en la difusión y copia de sus obras y
la adecuada compensación a creadores y productores por la copia de sus obras.
Las medidas de la Ley de Economía
Sostenible son un camino, pero hasta ahora simbólico. Hay que poner en marcha medidas más efectivas, impulsar el
Acuerdo ACTA y apoyar a las plataformas españolas de descargas legales en
Internet.
9.- Impulsar la política de conservación del patrimonio artístico, cinematográfico y audiovisual. La inauguración del nuevo edificio de
la Ciudad de la Imagen para la Filmoteca requiere resolver los problemas de
personal y equipos- Y así mismo conceder a la Filmoteca Nacional
un tratamiento similar a la Biblioteca Nacional o el de los grandes Museos.
10.-
Se hace
necesario impulsar una corriente
renovadora en todos los niveles, ya que el
cine español languidece en un modelo anticuado, sin aprovechar el
talento de muchos profesionales y sin estar preparado para el desarrollo del
futuro inmediato y falto de modelos de formación adecuados.
EL CINE ESPAÑO EN LA ECONOMÍA DIGITAL
El
cine español tiene calidad y debe responder a
criterios artísticos y a principios
industriales y de rentabilidad. Puede ser una industria brillante, aprovechando la nueva oportunidad que ofrece la economía digital.
Es imprescindible establecer un
equilibrio entre cultura y economía, dos conceptos considerados antagónicos,
que coinciden en el cine.
La situación en la actualidad d el cine español es:
a).- UNA INDUSTRIA DE PRODUCCIÓN
DÉBIL Y FRAGMENTADAA EN LA QUE EL EMPLEO
ES INSEGURO
B).- UNA COMPETITIVIDAD ESCASA EN
SU CONJUNTO Y EN CONSECUENCIA UNA
CUOTA DE MERCADO BAJA, QUE PUEDE CORREGIRSE COMO INDICAN LAS PELÍCULAS ESPAÑOLAS
DE GENERO
El juego “natural” del mercado
no es posible en materias de sanidad, educación o en sectores culturales, como
el cine, sobre todo en España, tras
décadas de políticas proteccionistas. Por lo que las medidas propuestas
pueden resumirse en diez puntos:
1.- El cambio digital obliga
a una reforma estructural de la
producción y un cambio de modelo en
distribución y exhibición. Inevitablemente hay que establecer un nuevo modelo
en la política de ayudas para conseguir que el cine sea una auténtica actividad
económica con empresas estables y
competitivas, garantizando la libertad indispensable para la creación.
2.-
Un nuevo
modelo de protección responderá a una estrategia de financiación. Las ayudas a la amortización automáticas, incluyendo una ayuda complementaria,
cumplieron su ciclo en 2004, ya que estaban pensadas para un tiempo limitado
con el fin de habituar a los productores a un sistema de ayudas automáticas. En
la actualidad el cine español tiene prestigio y puede llegar a un mercado
internacional, por lo que no necesita
ayudas a la amortización, sino a su financiación.
Las
medidas más eficaces para estos objetivos son las desgravaciones fiscales utilizadas
en EEUU, imitadas por otros Estados, y en el entorno europeo las ayudas más
eficaces son las que se conceden para
que el productor reinvierta en una nueva película, que son complementadas con
desgravaciones inferiores en este caso.
Teniendo en
cuenta la situación económica, la protección al cine en España debería optar
por un sistema de ayudas a la reinversión en nuevas producciones y un
desarrollo de las figuras de desgravación existentes, como sistema
complementario. En el futuro podría elegirse, como único ayudas al cine, un
buen sistema de desgravaciones.
En
cualquier caso es clave el modelo de transición para evitar un colapso del cine
español. Y mantener y distinguir las ayudas de formación a cortos, guión,
proyectos de decidido carácter cultural y a su difusión.
Igualmente hay que mantener y facilitar la política de créditos mediante
la potenciación de Fondos de Garantía
que den lugar a avales. Proseguir con criterios de independencia la política de
ayudas a proyectos, cortometrajes y guiones.
3.-
Fomentar el empleo: Una mejor financiación
facilita la actividad estable de las productoras y la producción de películas
de mayor envergadura, que aumentan el trabajo de todos los profesionales del
sector, y la actividad de los subsectores. Junto a la producción nacional, y
lass coproducciones internacionales rodadas en España, debería haber incentivos
para atraer a la producción extranjera, como tienen numerosos países europeos, ya que aportan inversiones, crean empleo y
evitan al mismo tiempo forzar las normas de coproducción.
4.-
Cuota obligatoria
de pantalla: La cuota en las salas es para el cine europeo, por lo que ningún
Estado de la UE la ha establecido, considerando que el cine europeo ocuparía el
espacio del cine nacional. La cuota
obligatoria de pantalla debe desaparecer, ya que no beneficia al cine
español y resulta ser además de dudosa constitucionalidad.
5.- Relaciones cine y televisión. Hay que rediseñar la imprescindible
colaboración cine-televisión, potenciar el papel de las televisiones públicas y
promover un acuerdo productores-televisiones, acompañado de la creación de una
Mesa de dialogo, ya que desde el 2004 las medidas legislativas en la práctica
no garantizan el nivel deseado de producción independiente, ni satisfacen las
necesidades de las televisiones.
6.-
La
promoción, marketing y eliminación de barreras a la distribución es una de las
más claras acciones del Estado moderno por razones culturales y económicas. Es
una tarea difícil por sus resultados ambivalente. Un cine rentable requiere un
planteamiento internacional de gran parte
de las producciones y el Estado debe facilitar la promoción a nivel mundial.
7.-
Es clave la política cinematográfica con
Iberoamérica. España promovió en 1997 e impulsó el Programa IBERMEDIA, que
obtuvo buenos resultados aunque, en la
actualidad, España ha perdido protagonismo. Es un buen programa de colaboración
cultural, pero la falta de circulación de películas iberoamericanas en su
propia área hace preciso acciones a nivel de distribución-exhibición y el
fomento de plataformas en Internet.
8. La correcta comercialización que
garantice la continuidad de la producción y de la creación requiere el respeto
a los DERECHOS DE LA
PROPIEDAD INTELECTUAL, en la difusión y copia de sus obras y
la adecuada compensación a creadores y productores por la copia de sus obras.
Las medidas de la Ley de Economía
Sostenible son un camino, pero hasta ahora simbólico. Hay que poner en marcha medidas más efectivas, impulsar el
Acuerdo ACTA y apoyar a las plataformas españolas de descargas legales en
Internet.
9.- Impulsar la política de conservación del patrimonio artístico, cinematográfico y audiovisual. La inauguración del nuevo edificio de
la Ciudad de la Imagen para la Filmoteca requiere resolver los problemas de
personal y equipos- Y así mismo conceder a la Filmoteca Nacional
un tratamiento similar a la Biblioteca Nacional o el de los grandes Museos.
10.-
Se hace
necesario impulsar una corriente
renovadora en todos los niveles, ya que el
cine español languidece en un modelo anticuado, sin aprovechar el
talento de muchos profesionales y sin estar preparado para el desarrollo del
futuro inmediato y falto de modelos de formación adecuados
………………
Grupo CyberCine
Marzo 2011
EL CINE ESPAÑO EN LA ECONOMÍA DIGITAL
El
cine español tiene calidad y debe responder a
criterios artísticos y a principios
industriales y de rentabilidad. Puede ser una industria brillante, aprovechando la nueva oportunidad que ofrece la economía digital.
Es imprescindible establecer un
equilibrio entre cultura y economía, dos conceptos considerados antagónicos,
que coinciden en el cine.
La situación en la actualidad d el cine español es:
a).- UNA INDUSTRIA DE PRODUCCIÓN
DÉBIL Y FRAGMENTADAA EN LA QUE EL EMPLEO
ES INSEGURO
B).- UNA COMPETITIVIDAD ESCASA EN
SU CONJUNTO Y EN CONSECUENCIA UNA
CUOTA DE MERCADO BAJA, QUE PUEDE CORREGIRSE COMO INDICAN LAS PELÍCULAS ESPAÑOLAS
DE GENERO
El juego “natural” del mercado
no es posible en materias de sanidad, educación o en sectores culturales, como
el cine, sobre todo en España, tras
décadas de políticas proteccionistas. Por lo que las medidas propuestas
pueden resumirse en diez puntos:
1.- El cambio digital obliga
a una reforma estructural de la
producción y un cambio de modelo en
distribución y exhibición. Inevitablemente hay que establecer un nuevo modelo
en la política de ayudas para conseguir que el cine sea una auténtica actividad
económica con empresas estables y
competitivas, garantizando la libertad indispensable para la creación.
2.-
Un nuevo
modelo de protección responderá a una estrategia de financiación. Las ayudas a la amortización automáticas, incluyendo una ayuda complementaria,
cumplieron su ciclo en 2004, ya que estaban pensadas para un tiempo limitado
con el fin de habituar a los productores a un sistema de ayudas automáticas. En
la actualidad el cine español tiene prestigio y puede llegar a un mercado
internacional, por lo que no necesita
ayudas a la amortización, sino a su financiación.
Las
medidas más eficaces para estos objetivos son las desgravaciones fiscales utilizadas
en EEUU, imitadas por otros Estados, y en el entorno europeo las ayudas más
eficaces son las que se conceden para
que el productor reinvierta en una nueva película, que son complementadas con
desgravaciones inferiores en este caso.
Teniendo en
cuenta la situación económica, la protección al cine en España debería optar
por un sistema de ayudas a la reinversión en nuevas producciones y un
desarrollo de las figuras de desgravación existentes, como sistema
complementario. En el futuro podría elegirse, como único ayudas al cine, un
buen sistema de desgravaciones.
En
cualquier caso es clave el modelo de transición para evitar un colapso del cine
español. Y mantener y distinguir las ayudas de formación a cortos, guión,
proyectos de decidido carácter cultural y a su difusión.
Igualmente hay que mantener y facilitar la política de créditos mediante
la potenciación de Fondos de Garantía
que den lugar a avales. Proseguir con criterios de independencia la política de
ayudas a proyectos, cortometrajes y guiones.
3.-
Fomentar el empleo: Una mejor financiación
facilita la actividad estable de las productoras y la producción de películas
de mayor envergadura, que aumentan el trabajo de todos los profesionales del
sector, y la actividad de los subsectores. Junto a la producción nacional, y
lass coproducciones internacionales rodadas en España, debería haber incentivos
para atraer a la producción extranjera, como tienen numerosos países europeos, ya que aportan inversiones, crean empleo y
evitan al mismo tiempo forzar las normas de coproducción.
4.-
Cuota obligatoria
de pantalla: La cuota en las salas es para el cine europeo, por lo que ningún
Estado de la UE la ha establecido, considerando que el cine europeo ocuparía el
espacio del cine nacional. La cuota
obligatoria de pantalla debe desaparecer, ya que no beneficia al cine
español y resulta ser además de dudosa constitucionalidad.
5.- Relaciones cine y televisión. Hay que rediseñar la imprescindible
colaboración cine-televisión, potenciar el papel de las televisiones públicas y
promover un acuerdo productores-televisiones, acompañado de la creación de una
Mesa de dialogo, ya que desde el 2004 las medidas legislativas en la práctica
no garantizan el nivel deseado de producción independiente, ni satisfacen las
necesidades de las televisiones.
6.-
La
promoción, marketing y eliminación de barreras a la distribución es una de las
más claras acciones del Estado moderno por razones culturales y económicas. Es
una tarea difícil por sus resultados ambivalente. Un cine rentable requiere un
planteamiento internacional de gran parte
de las producciones y el Estado debe facilitar la promoción a nivel mundial.
7.-
Es clave la política cinematográfica con
Iberoamérica. España promovió en 1997 e impulsó el Programa IBERMEDIA, que
obtuvo buenos resultados aunque, en la
actualidad, España ha perdido protagonismo. Es un buen programa de colaboración
cultural, pero la falta de circulación de películas iberoamericanas en su
propia área hace preciso acciones a nivel de distribución-exhibición y el
fomento de plataformas en Internet.
8. La correcta comercialización que
garantice la continuidad de la producción y de la creación requiere el respeto
a los DERECHOS DE LA
PROPIEDAD INTELECTUAL, en la difusión y copia de sus obras y
la adecuada compensación a creadores y productores por la copia de sus obras.
Las medidas de la Ley de Economía
Sostenible son un camino, pero hasta ahora simbólico. Hay que poner en marcha medidas más efectivas, impulsar el
Acuerdo ACTA y apoyar a las plataformas españolas de descargas legales en
Internet.
9.- Impulsar la política de conservación del patrimonio artístico, cinematográfico y audiovisual. La inauguración del nuevo edificio de
la Ciudad de la Imagen para la Filmoteca requiere resolver los problemas de
personal y equipos- Y así mismo conceder a la Filmoteca Nacional
un tratamiento similar a la Biblioteca Nacional o el de los grandes Museos.
10.-
Se hace
necesario impulsar una corriente
renovadora en todos los niveles, ya que el
cine español languidece en un modelo anticuado, sin aprovechar el
talento de muchos profesionales y sin estar preparado para el desarrollo del
futuro inmediato y falto de modelos de formación adecuados
………………
Grupo CyberCine
Marzo 2011
EL CINE ESPAÑO EN LA ECONOMÍA DIGITAL
El
cine español tiene calidad y debe responder a
criterios artísticos y a principios
industriales y de rentabilidad. Puede ser una industria brillante, aprovechando la nueva oportunidad que ofrece la economía digital.
Es imprescindible establecer un
equilibrio entre cultura y economía, dos conceptos considerados antagónicos,
que coinciden en el cine.
La situación en la actualidad d el cine español es:
a).- UNA INDUSTRIA DE PRODUCCIÓN
DÉBIL Y FRAGMENTADAA EN LA QUE EL EMPLEO
ES INSEGURO
B).- UNA COMPETITIVIDAD ESCASA EN
SU CONJUNTO Y EN CONSECUENCIA UNA
CUOTA DE MERCADO BAJA, QUE PUEDE CORREGIRSE COMO INDICAN LAS PELÍCULAS ESPAÑOLAS
DE GENERO
El juego “natural” del mercado
no es posible en materias de sanidad, educación o en sectores culturales, como
el cine, sobre todo en España, tras
décadas de políticas proteccionistas. Por lo que las medidas propuestas
pueden resumirse en diez puntos:
1.- El cambio digital obliga
a una reforma estructural de la
producción y un cambio de modelo en
distribución y exhibición. Inevitablemente hay que establecer un nuevo modelo
en la política de ayudas para conseguir que el cine sea una auténtica actividad
económica con empresas estables y
competitivas, garantizando la libertad indispensable para la creación.
2.-
Un nuevo
modelo de protección responderá a una estrategia de financiación. Las ayudas a la amortización automáticas, incluyendo una ayuda complementaria,
cumplieron su ciclo en 2004, ya que estaban pensadas para un tiempo limitado
con el fin de habituar a los productores a un sistema de ayudas automáticas. En
la actualidad el cine español tiene prestigio y puede llegar a un mercado
internacional, por lo que no necesita
ayudas a la amortización, sino a su financiación.
Las
medidas más eficaces para estos objetivos son las desgravaciones fiscales utilizadas
en EEUU, imitadas por otros Estados, y en el entorno europeo las ayudas más
eficaces son las que se conceden para
que el productor reinvierta en una nueva película, que son complementadas con
desgravaciones inferiores en este caso.
Teniendo en
cuenta la situación económica, la protección al cine en España debería optar
por un sistema de ayudas a la reinversión en nuevas producciones y un
desarrollo de las figuras de desgravación existentes, como sistema
complementario. En el futuro podría elegirse, como único ayudas al cine, un
buen sistema de desgravaciones.
En
cualquier caso es clave el modelo de transición para evitar un colapso del cine
español. Y mantener y distinguir las ayudas de formación a cortos, guión,
proyectos de decidido carácter cultural y a su difusión.
Igualmente hay que mantener y facilitar la política de créditos mediante
la potenciación de Fondos de Garantía
que den lugar a avales. Proseguir con criterios de independencia la política de
ayudas a proyectos, cortometrajes y guiones.
3.-
Fomentar el empleo: Una mejor financiación
facilita la actividad estable de las productoras y la producción de películas
de mayor envergadura, que aumentan el trabajo de todos los profesionales del
sector, y la actividad de los subsectores. Junto a la producción nacional, y
lass coproducciones internacionales rodadas en España, debería haber incentivos
para atraer a la producción extranjera, como tienen numerosos países europeos, ya que aportan inversiones, crean empleo y
evitan al mismo tiempo forzar las normas de coproducción.
4.-
Cuota obligatoria
de pantalla: La cuota en las salas es para el cine europeo, por lo que ningún
Estado de la UE la ha establecido, considerando que el cine europeo ocuparía el
espacio del cine nacional. La cuota
obligatoria de pantalla debe desaparecer, ya que no beneficia al cine
español y resulta ser además de dudosa constitucionalidad.
5.- Relaciones cine y televisión. Hay que rediseñar la imprescindible
colaboración cine-televisión, potenciar el papel de las televisiones públicas y
promover un acuerdo productores-televisiones, acompañado de la creación de una
Mesa de dialogo, ya que desde el 2004 las medidas legislativas en la práctica
no garantizan el nivel deseado de producción independiente, ni satisfacen las
necesidades de las televisiones.
6.-
La
promoción, marketing y eliminación de barreras a la distribución es una de las
más claras acciones del Estado moderno por razones culturales y económicas. Es
una tarea difícil por sus resultados ambivalente. Un cine rentable requiere un
planteamiento internacional de gran parte
de las producciones y el Estado debe facilitar la promoción a nivel mundial.
7.-
Es clave la política cinematográfica con
Iberoamérica. España promovió en 1997 e impulsó el Programa IBERMEDIA, que
obtuvo buenos resultados aunque, en la
actualidad, España ha perdido protagonismo. Es un buen programa de colaboración
cultural, pero la falta de circulación de películas iberoamericanas en su
propia área hace preciso acciones a nivel de distribución-exhibición y el
fomento de plataformas en Internet.
8. La correcta comercialización que
garantice la continuidad de la producción y de la creación requiere el respeto
a los DERECHOS DE LA
PROPIEDAD INTELECTUAL, en la difusión y copia de sus obras y
la adecuada compensación a creadores y productores por la copia de sus obras.
Las medidas de la Ley de Economía
Sostenible son un camino, pero hasta ahora simbólico. Hay que poner en marcha medidas más efectivas, impulsar el
Acuerdo ACTA y apoyar a las plataformas españolas de descargas legales en
Internet.
9.- Impulsar la política de conservación del patrimonio artístico, cinematográfico y audiovisual. La inauguración del nuevo edificio de
la Ciudad de la Imagen para la Filmoteca requiere resolver los problemas de
personal y equipos- Y así mismo conceder a la Filmoteca Nacional
un tratamiento similar a la Biblioteca Nacional o el de los grandes Museos.
10.-
Se hace
necesario impulsar una corriente
renovadora en todos los niveles, ya que el
cine español languidece en un modelo anticuado, sin aprovechar el
talento de muchos profesionales y sin estar preparado para el desarrollo del
futuro inmediato y falto de modelos de formación adecuados
………………
Grupo CyberCine
Marzo 2011
DECÁLOGO DE CYBERCINE
El cambio
El
cine en la economía digital
El cine español y los cines europeo tienen calidad y deben responder
a criterios artísticos y a principios industriales y de
rentabilidad. Pueden ser una industria brilla nte, aprovechando la
nueva oportunidad que ofrece la economía digital.
En el año 2011 un grupo de profesionales, entre los que se encontraban Fernado Labrada, Presidente de Media Research, el producror y profesor de la Facultad de Ciencias de la Información, José Gabriel Jacoste, el director de fotografías imprescindible establecer un
equilibrio entre cultura y economía, dos conceptos considerados antagónicos,
que coinciden en el cine.
La situación en la actualidad d el cine español es: Porfirio, en el que participé, analizaron los resultados del cine español de acuerdo con el modelo de ayudas, que había producido obras como Los santos inocentes de Mario Camus,
a).- UNA INDUSTRIA DE PRODUCCIÓN
DÉBIL Y FRAGMENTADAA EN LA QUE EL EMPLEO
ES INSEGURO
B).- UNA COMPETITIVIDAD ESCASA EN
SU CONJUNTO Y EN CONSECUENCIA UNA
CUOTA DE MERCADO BAJA, QUE PUEDE CORREGIRSE COMO INDICAN LAS PELÍCULAS ESPAÑOLAS
DE GENERO
El juego “natural” del mercado
no es posible en materias de sanidad, educación o en sectores culturales, como
el cine, sobre todo en España, tras
décadas de políticas proteccionistas. Por lo que las medidas propuestas
pueden resumirse en diez puntos:
1.- El cambio digital obliga
a una reforma estructural de la
producción y un cambio de modelo en
distribución y exhibición. Inevitablemente hay que establecer un nuevo modelo
en la política de ayudas para conseguir que el cine sea una auténtica actividad
económica con empresas estables y
competitivas, garantizando la libertad indispensable para la creación.
2.-
Un nuevo
modelo de protección responderá a una estrategia de financiación. Las ayudas a la amortización automáticas, incluyendo una ayuda complementaria,
cumplieron su ciclo en 2004, ya que estaban pensadas para un tiempo limitado
con el fin de habituar a los productores a un sistema de ayudas automáticas. En
la actualidad el cine español tiene prestigio y puede llegar a un mercado
internacional, por lo que no necesita
ayudas a la amortización, sino a su financiación.
Las
medidas más eficaces para estos objetivos son las desgravaciones fiscales utilizadas
en EEUU, imitadas por otros Estados, y en el entorno europeo las ayudas más
eficaces son las que se conceden para
que el productor reinvierta en una nueva película, que son complementadas con
desgravaciones inferiores en este caso.
Teniendo en
cuenta la situación económica, la protección al cine en España debería optar
por un sistema de ayudas a la reinversión en nuevas producciones y un
desarrollo de las figuras de desgravación existentes, como sistema
complementario. En el futuro podría elegirse, como único ayudas al cine, un
buen sistema de desgravaciones.
En
cualquier caso es clave el modelo de transición para evitar un colapso del cine
español. Y mantener y distinguir las ayudas de formación a cortos, guión,
proyectos de decidido carácter cultural y a su difusión.
Igualmente hay que mantener y facilitar la política de créditos mediante
la potenciación de Fondos de Garantía
que den lugar a avales. Proseguir con criterios de independencia la política de
ayudas a proyectos, cortometrajes y guiones.
3.-
Fomentar el empleo: Una mejor financiación
facilita la actividad estable de las productoras y la producción de películas
de mayor envergadura, que aumentan el trabajo de todos los profesionales del
sector, y la actividad de los subsectores. Junto a la producción nacional, y
lass coproducciones internacionales rodadas en España, debería haber incentivos
para atraer a la producción extranjera, como tienen numerosos países europeos, ya que aportan inversiones, crean empleo y
evitan al mismo tiempo forzar las normas de coproducción.
4.-
Cuota obligatoria
de pantalla: La cuota en las salas es para el cine europeo, por lo que ningún
Estado de la UE la ha establecido, considerando que el cine europeo ocuparía el
espacio del cine nacional. La cuota
obligatoria de pantalla debe desaparecer, ya que no beneficia al cine
español y resulta ser además de dudosa constitucionalidad.
5.- Relaciones cine y televisión. Hay que rediseñar la imprescindible
colaboración cine-televisión, potenciar el papel de las televisiones públicas y
promover un acuerdo productores-televisiones, acompañado de la creación de una
Mesa de dialogo, ya que desde el 2004 las medidas legislativas en la práctica
no garantizan el nivel deseado de producción independiente, ni satisfacen las
necesidades de las televisiones.
6.-
La
promoción, marketing y eliminación de barreras a la distribución es una de las
más claras acciones del Estado moderno por razones culturales y económicas. Es
una tarea difícil por sus resultados ambivalente. Un cine rentable requiere un
planteamiento internacional de gran parte
de las producciones y el Estado debe facilitar la promoción a nivel mundial.
7.-
Es clave la política cinematográfica con
Iberoamérica. España promovió en 1997 e impulsó el Programa IBERMEDIA, que
obtuvo buenos resultados aunque, en la
actualidad, España ha perdido protagonismo. Es un buen programa de colaboración
cultural, pero la falta de circulación de películas iberoamericanas en su
propia área hace preciso acciones a nivel de distribución-exhibición y el
fomento de plataformas en Internet.
8. La correcta comercialización que
garantice la continuidad de la producción y de la creación requiere el respeto
a los DERECHOS DE LA
PROPIEDAD INTELECTUAL, en la difusión y copia de sus obras y
la adecuada compensación a creadores y productores por la copia de sus obras.
Las medidas de la Ley de Economía
Sostenible son un camino, pero hasta ahora simbólico. Hay que poner en marcha medidas más efectivas, impulsar el
Acuerdo ACTA y apoyar a las plataformas españolas de descargas legales en
Internet.
9.- Impulsar la política de conservación del patrimonio artístico, cinematográfico y audiovisual. La inauguración del nuevo edificio de
la Ciudad de la Imagen para la Filmoteca requiere resolver los problemas de
personal y equipos- Y así mismo conceder a la Filmoteca Nacional
un tratamiento similar a la Biblioteca Nacional o el de los grandes Museos.
10.-
Se hace
necesario impulsar una corriente
renovadora en todos los niveles, ya que el
cine español languidece en un modelo anticuado, sin aprovechar el
talento de muchos profesionales y sin estar preparado para el desarrollo del
futuro inmediato y falto de modelos de formación adecuados
………………
Grupo CyberCine
Marzo 2011