CAMINO DE IBERMEDIA
El cine en los países de Iberoamèrica siempre ha tenido vitalidad, atravesó crisis, pero es un mercado amplio para las películas en español. En España la industria del cine se enfrentó a la revolución del cine hablado y a la avalancha de producciones extranjeras atractivas para el público dobladas al español. Los productores españoles querían ayuda del Estado. Interesaron a los políticos y el Gobierno de Primo de Rivera mostró una preocupación especial
por el cine. Pedro Sangro, Marqués de Guad el Jelu, fue el encargado de poner en marcha el
proyecto de Fernando Viola de un Primer Congreso Hispanoamericano de
Cinematografía. Se iniciaron los preparativos en 1929 concediéndole
oficialidad y personalidad jurídica en 1930. La
inauguración del Congreso tuvo lugar ya durante la República del 2 al 12 de
octubre de 1931. El Congreso se centró
principalmente en el cine español, teniendo claro la colaboración entre la industria del cine de los países hispanoamericanos, como recogen las Conclusiones, resumidas al final: la necesidad
de prohibir el doblaje y fomentar la colaboración entre las cinematografías hispanoamericanas, que
debían formar un único territorio cinematográfico. El Congreso fue
clausurado por el Presidente de la
República , Alcalá Zamora, con un discurso en el que mostraba
confianza sobre el futuro del cine español . Entre los logros del
Congreso está la creación de la Secretaría Permanente del Cine Hispanoamericano. Los buenos propósitos se fueron dilatando, por eso en 1935 Florentino Hernández Girbal denunciaba en un artículo “se ha parado el reloj” y el director Eduardo G. Maroto
decía una frase, que después han repetido en sus reivindicaciones los
profesionales del cine: “justicia al cinema nacional”.
No se olvidó el Congreso de Cine celebrado en 1931, por lo que en Málaga, junio de 1948 tuvo lugar, en la misma línea, la manifestación que incluía congreso y concurso de películas, el I Certamen de
Cine Hispanoamericano, que adoptó el lema del fuerte Sindicato de la Cinematografía mexicana: Igualdad, derecho y justicia, y el emblema, un Pegaso de color blanco
sobre fondo azul. Entre las Conclusiones más
importantes están: el libre intercambio cinematográfico entre todos los países de
lengua española; la libre contratación de profesionales de este área; normas
flexibles y precisas de censura; supresión del doblaje; y fondos para las Cinematecas
Asimismo se intercambiaría información sobre los estrenos de películas. Y se puso en marcha la Unión
de la
Cinematografía Hispanoamericana para llevar a cabo las
medidas aprobadas en las Conclusiones. El Certamen había establecido
tres Primeros Premios, que corresponden a Locura de amor (España), de Juan de
Orduña, Dios se lo pague (Argentina) de Luis César Amadori y Río
escondido (Mèxico) de Emilio Fernández y tres Segundos Premios concedidos a Don
Quijote (España) de Gil, A sangre fría (Argentina), dirigida por Daniel
Tynayre y La otra (México) de Roberto Gavaldón. Los Premios a la Dirección
correspondieron a los directores de las películas que habían obtenido los
Primeros Premios. Se creó el Premio
Cervantes para las películas que enalteciesen los valores de la hispanidad más
tradicionales.
Nacha Regules |
En 1950, del 15 al 26 de mayo, se celebró el II Certamen de Cine en Madrid, en el edificio del Senado. Se aprobaron los Estatutos de
Palacio de las Naciones |
Y al año siguiente, 1966, se celebró en Barcelona, en el Palacio de las Naciones en el marco de
Manuela |
Desde que ví las películas dirigidas por Emilio Fernández me había fascinado el cine iberoamericano, por lo que organicé el I
Encuentro de Cine Iberoamericano, al mismo tiempo que el Certamen. Era la primera vez que se iban a proyectar películas de la Cuba revolucionaria de Fidel Castro: Vaqueros del caucho de Oscar L. Valdés, y Manuela de
Humberto Solás. La presencia de estas películas cubanas provocó un incidente con el Sindicato Nacional del Espectáculo español, que solicitó su retirada o
la suspensión del Certamen. Las sesiones se reanudaron tras el almuerzo, argumentando que en esta ocasión eran dos Manifestaciones paralelas e
independientes. No lo organizamos el año siguiente, pero reclamado por la prensa celebramos dos nuevos Encuentros en 1968 y 1969, que descubrieron un cine innovador. En los años siguientes el Encuentro quedó integrado en la Semana Internacional de Cine en Color, que ya en su tercera edición, 1961, había conocido el éxito con la interesante película peruana, Kukuli, obra colectiva de Luis Figueroa, Eulogio Nishiyama, César Villanueva y Emilio Galli.
Ibermedia |
La Conferencia de Ministros de Cultura de Iberoamérica que se celebró en Madrid el 25 y 26 de junio de 1997, estuvo presidida por Esperanza Aguirre, Ministra de Educación y Cultura de España, quien propuso un aumento de las coproducciones en el cine iberoamericano, para lo que habría que crear un Fondo común de ayudas, como una medida imprescindible para su fortalecimiento. Entonces yo era Director General del ICAA y oí comentar a dos diplomáticos argentinos: Ya se intentó con el nombre de Ibermedia y fracasó. Es un proyecto imposible. Me gustó el nombre y como responsable de la política cinematográfica española viajé a México y Argentina donde me reuní con los Directores del Instituto mexicano de cine, IMCINE, Diego López Rivera y luego, Eduardo Amerena , y en Argentina con los Directores Generales del INCAA, José Miguel Onaindia y, posteriormente, con Jorge Coscia, que apoyaron con entusiasmo la idea. En 1989, el 11 de noviembre, en Caracas, se había estableciso el Convenio de Integración de la Cinematografía Iberoamericana, por lo lo que comunicamos el proyecto a los órganos establecidos en el mismo: la Secretaría Ejecutiva de la Cinematografía Iberoamericana (SECI), cuyo titular era entonces Abdel Guerere, que se mostró partidario y prestó gran colaboración y, en su primera reunión, a la Conferencia de Autoridades Cinematográficas de Iberoamérica (CACI), con no mucha actividad hasta entonces, estableciéndose su Reglamento de funcionamiento en Caracas,16.18, julio, 1997, con un periodo de 90 días para observaciones. igualmente se lo comunicamos al Ministerio de Asuntos Exteriores español, que introdujo en la Agenda de la Cumbre de Jefes de Estado de Iberoamérica el Proyecto. La Cumbre se celebró en Isla Margarita (Venezuela), 8 y 9 de noviembre de 1997, que aprobó el Programa Ibermedia.
Reunión del Comité en Cartagena de Indias |
Redactamos el Reglamento en Mar del Plata, 21-28. XI, 1997 y en la reunión de Guadalajara, 1-12, marzo, 1998 y Madrid, 15-16. junio, 1998, con participación de todos y con aportaciones de valor, como las del Director General de Cine de Portugal, José Pedro Ribeiro y las de los representantes del ICAIC (Cuba), Benigno Iglesias y de Chile, Ignacio Aiaga. Creado el Fondo con las aportaciones anuales de los distintos países iberoamericanos, nombrada como directora ejecutiva a Elena Vilardell que ha realizado un notable trabajo, y a cuyo esfuerzo se debe la consolidación de este Programa. En La Habana se resolvió la primera Convocatoria de Ayudas, concediéndose en las distintas categorías ayudas a 118 ¡proyectos. Las ayudas son a desarrollo, coproducciones y formación, ampliadas a distribución y promoción. El nombre del Programa responde a contemplar no solo el cine si no también todos los medios de comunicación. En las reuniones de Ibermedia participaban como miembros los Directores Generales y Subdirectores Generales, en el caso español, además de mi participación, asistía la Subdirectora General de Fomento. Beatriz de Armas o en Argentina destacó la participación de Jorge Álvarez. La clave de su éxito fue debidó a la flexibilidad y generosidad con que actuaron en sus primeras ediciones todas las autoridades cinematográficas de los Estados Iberoamericanos, a la separación de la parte política de CACi y la profesional de Ibermedia y a ñla ausencia de burocratización, mal inevitable con el transcurso del tiempo. Hoy la producción iberoamericana supera a la norteamericana, pero su cuota de mercado es la décima parte que la de las películas de Hollywood. Sin embargo se ha convertido en el cine más creativo en los Festivales Internacionales. El actual reto es el marketing y la distribución internacional. Con vendría recordar en este campo las conversaciones que se abrieron en 1999 y 2000 con MPAA y productores chicanos sobre su participación en películas habladas en español o portugués y sobre promoción, haciendo de Los Ángeles un escaparate del cine iberoamericano. Ahora Hollywood está siendo la plataforma de lanzamiento de directores iberoamericanos y debe serlo también de películas iberoamericanas.